Cuando el invierno envuelve los días con su frío inconfundible, no hay nada más reconfortante que una delicada y cálida delicia que acaricie los sentidos y nos devuelva el calor al alma.
Pocas recetas logran combinar de manera tan perfecta la sencillez, el sabor y la textura como las quesadillas de pollo con queso y salsa.