Las galletas crujientes de almendra y naranja son una auténtica delicia que combina la fragancia sutil de las almendras con el toque fresco y vibrante de la naranja.
Cuando el frío de enero envuelve las calles y las ventanas se cubren de escarcha, no hay nada más reconfortante que el aroma del pudin de pan recién horneado, llenando el hogar con su calidez.