La tabla de mantequilla es mucho más que una simple entrada. Es una obra de arte culinaria, una experiencia sensorial que transforma un ingrediente cotidiano como la mantequilla en el protagonista absoluto de la mesa.
Nada evoca el espíritu navideño como un delicioso y esponjoso brownie casero, lleno de sabor y con ese toque especial que lo hace perfecto para la época más mágica del año.