El mes de diciembre nos envuelve con su magia, reuniendo a familiares y amigos alrededor de la mesa para compartir momentos únicos. En este contexto, pocas cosas evocan tanto el espíritu de las fiestas como una tarta de manzana recién horneada.
El pastel festivo de frutas con frutos secos es mucho más que un postre: es una tradición que evoca calidez, unión y el espíritu de celebración.
Nada se compara con despertar en la mañana de Navidad y percibir el aroma cálido y acogedor de la canela que invade la cocina.