La dieta LCHF (Low Carb, High Fat) se centra en reducir el consumo de carbohidratos y aumentar el de grasas saludables. Este enfoque ayuda al cuerpo a cambiar su fuente principal de energía, quemando grasas en lugar de carbohidratos. Las recetas LCHF incluyen abundantes grasas naturales como mantequilla, aceite de oliva, aguacate y productos lácteos enteros, mientras que se evitan los azúcares, el pan, las pastas y otros alimentos ricos en carbohidratos. Las proteínas, como la carne, el pescado, los huevos y el queso, son elementos clave en los platos LCHF. Las verduras bajas en carbohidratos, como espinacas, calabacines y coliflor, también son frecuentes en esta dieta, junto con frutos secos y semillas. La dieta LCHF ayuda a perder peso, estabiliza los niveles de azúcar en sangre y proporciona energía sostenida, todo mientras se disfrutan comidas sabrosas y satisfactorias sin los picos de glucosa que provocan los carbohidratos altos.
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