La Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla rinde 8 porciones en 120 minutos (preparación 30, cocción 90). Combina una base de merengue crujiente, una crema de vainilla suave y el sabor cálido de las castañas asadas para crear un postre elegante y equilibrado. Su textura ligera y su aroma invernal la hacen perfecta para celebraciones o cenas especiales. El merengue puede prepararse con antelación, mientras que la crema y el montaje se realizan justo antes de servir para conservar su frescura y delicadeza.

Elegancia invernal en cada bocado
Delicada armonía entre castañas asadas, crema de vainilla y merengue crujiente
La Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla representa el equilibrio perfecto entre ligereza y riqueza de sabor. Su base de merengue, crujiente por fuera y suave por dentro, sirve de soporte a una crema de vainilla aterciopelada y a trozos de castañas asadas que aportan una dulzura cálida y natural. Este postre combina texturas contrastantes y un aroma invernal inconfundible, evocando los sabores tradicionales de las fiestas y el placer reconfortante de un dulce elaborado con mimo.
La magia de esta Pavlova está en la interacción de sus componentes. El merengue se logra batiendo claras de huevo con azúcar hasta alcanzar una textura firme y brillante. Un toque de fécula de maíz mantiene el interior suave, mientras que unas gotas de vinagre o zumo de limón ayudan a estabilizar la mezcla. La crema de vainilla añade una nota delicada y envolvente, y las castañas asadas, picadas o en puré, transforman cada bocado en una experiencia cálida y sofisticada, perfecta para disfrutar en invierno.
Origen y evolución de la Pavlova
Inspirada en la famosa bailarina rusa Anna Pavlova, esta creación nació a principios del siglo XX como un homenaje a su ligereza y elegancia. Su origen se disputa entre Australia y Nueva Zelanda, aunque con el tiempo se ha convertido en un símbolo universal de la repostería fina. La versión con castañas y vainilla se inspira en las tradiciones francesas y centroeuropeas, evocando clásicos como el Mont-Blanc y los marrons glacés. Este toque europeo otorga a la Pavlova un carácter más profundo, con un equilibrio entre dulzura, suavidad y aroma tostado.
Por qué te encantará este postre
- Sabor invernal y elegante, ideal para celebraciones o cenas especiales.
- Textura perfecta: exterior crujiente, interior esponjoso y crema suave.
- Fácil de preparar con antelación, sin perder frescura ni textura.
- Visualmente espectacular, ideal como postre de presentación.
- Sin gluten de forma natural, apto para todos los públicos.
La esencia de sus ingredientes
Cada ingrediente cumple una función clave. Las claras de huevo aportan ligereza y volumen; el azúcar garantiza estabilidad y un acabado brillante. La fécula de maíz mantiene la textura cremosa en el interior, y el vinagre ayuda a equilibrar el merengue. La crema de vainilla, elaborada con vainilla natural, ofrece una dulzura refinada y un contraste suave con el merengue. Las castañas asadas, ligeramente caramelizadas, aportan un toque de profundidad y un aroma cálido, típico de los mercados navideños.
Conservación y preparación anticipada
La base de merengue puede hornearse con uno o dos días de antelación y conservarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente. La crema de vainilla y el puré de castañas pueden prepararse el día anterior y guardarse en el refrigerador. Se recomienda montar la Pavlova justo antes de servir para mantener su textura crujiente y fresca. Así se consigue un postre impecable con menos estrés en el momento de la presentación.
Otras recetas inspiradoras disponibles
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Nidos de Pavlova terroríficos para Halloween con decoraciones dulces y espeluznantes
Y para los amantes del sabor a castañas, una alternativa rápida y deliciosa:
Receta puré de castañas – cremoso sin hornear en 20 min
Variaciones creativas para experimentar
- Pavlova de chocolate y castañas – combina la crema de vainilla con virutas de chocolate amargo.
- Pavlova con caramelo salado y castañas – añade caramelo dorado y una pizca de sal marina.
- Pavlova de peras y castañas – un toque afrutado y elegante.
- Mini Pavlovas individuales – ideales para celebraciones y mesas dulces.
- Corona navideña de Pavlova – en forma de anillo, decorada con crema, castañas y frutos rojos.
Un postre que celebra la calidez del invierno
La Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla es una fusión entre lo ligero y lo reconfortante. Su aroma de vainilla y castañas tostadas envuelve el ambiente, y su combinación de texturas suaves y crujientes despierta una sensación de equilibrio y armonía. Este postre no solo conquista por su sabor, sino también por su elegancia y su capacidad de evocar momentos de celebración y calma en cada bocado.
Un dulce homenaje a la sofisticación y al placer simple de los sabores invernales.
- Precalentar el horno: calentar el horno a 120 °C. Forrar una bandeja con papel de horno y dibujar un círculo de unos 22 cm (9 inches) de diámetro.
- Preparar el merengue: batir las claras de huevo en un bol limpio hasta obtener picos suaves. Agregar el azúcar poco a poco mientras se sigue batiendo hasta conseguir una mezcla firme y brillante.
- Estabilizar y aromatizar: incorporar suavemente la fécula de maíz, el vinagre blanco y el extracto de vainilla con movimientos envolventes para mantener el aire.
- Formar y hornear: verter el merengue en el centro del círculo trazado y darle forma de nido con bordes elevados. Hornear durante 90 minutos, luego apagar el horno y dejar enfriar dentro con la puerta entreabierta.
- Preparar la crema de vainilla: batir la nata, el azúcar glas y las semillas de vainilla hasta que tenga consistencia firme. Guardar en el refrigerador.
- Preparar las castañas: si son frescas, asarlas a 200 °C durante 20–25 minutos, pelarlas y picarlas. Mezclarlas con el puré de castañas hasta obtener una textura suave.
- Montar la Pavlova: colocar la base de merengue ya fría en una fuente. Extender el puré de castañas, cubrir con la crema de vainilla y nivelar suavemente.
- Decorar: añadir las castañas asadas, rociar con sirope de castañas y espolvorear el chocolate negro (para decorar).
- Servir: consumir de inmediato o conservar refrigerado hasta 24 horas antes de servir.
FAQ question¿Cómo mantengo el merengue crujiente por fuera y tierno por dentro?
Hornea a baja temperatura y durante más tiempo, y deja enfriar dentro del horno apagado con la puerta entreabierta. Incorpora con suavidad fécula de maíz + un ácido (vinagre o zumo de limón) para lograr un centro tipo malvavisco y una superficie seca y crujiente. Evita abrir el horno al inicio para no provocar grietas ni humedad.
FAQ question¿Por qué la Pavlova “llora” o queda pegajosa?
Las causas habituales son humedad ambiental, azúcar mal disuelta o cocción insuficiente. Bate hasta obtener picos firmes y brillantes y comprueba que no queden granos de azúcar entre los dedos. Tras el horneado, deja enfriar completamente en el horno y guarda la base en recipiente hermético hasta el montaje.
FAQ question¿Puedo prepararla con antelación?
Sí. Hornea la base de merengue hasta 2 días antes y consérvala hermética a temperatura ambiente. La crema de vainilla y las castañas asadas pueden prepararse la víspera y refrigerarse. Monta justo antes de servir para conservar la crocancia del merengue bajo la crema y el puré de castañas.
FAQ question¿Qué castañas uso y qué alternativas existen?
Elige castañas asadas y peladas (al vacío o caseras) y un puré de castañas liso. Para variar textura, añade avellanas o almendras picadas, pero mantén castañas para conservar el perfil aromático. Evita cremas excesivamente dulces, que descompensan la dulzura del conjunto.
FAQ question¿Cómo evito que la crema se ablande o se vuelva líquida?
Monta nata bien fría en un bol refrigerado hasta picos suaves; estabiliza con azúcar glas y vainilla. Si necesitas más firmeza, integra mascarpone o una pequeña cantidad de gelatina (hidratada y templada). Resultado: crema de vainilla suave y estable que no humedece en exceso el merengue.
FAQ question¿Puedo hacer mini Pavlovas o una corona?
Por supuesto. Para minis, forma nidos individuales y acorta ligeramente el horneado hasta que la corteza esté seca. Para una corona festiva, moldea un anillo de merengue y decora con castañas asadas, crema de vainilla y sirope de castañas. En ambos casos, rellena al último momento para preservar el crujiente.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia en cocina y repostería, especializado en gastronomía europea e internacional. Me encanta trabajar con postres que reflejan la temporada y la textura, y esta Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla es una de esas creaciones que siempre preparo en invierno. Disfruto de cómo el merengue ligero se combina con la cremosidad de la vainilla y el sabor profundo de las castañas, creando un equilibrio perfecto entre elegancia y calidez.
La Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla combina la ligereza del merengue con la cremosidad aterciopelada de la vainilla y la calidez natural de las castañas. Cada capa se complementa a la perfección: la base crujiente sostiene una crema suave que se funde con el sabor tostado y dulce del fruto, creando una experiencia equilibrada y elegante. Su textura aérea y su aroma envolvente hacen de este postre una joya para los meses fríos.
Lo que la hace especial es su capacidad para unir sencillez y sofisticación. La meringue ligera contrasta con el relleno rico y aromático, ofreciendo un equilibrio que no satura el paladar. Las castañas asadas aportan profundidad y carácter, mientras la vainilla natural aporta suavidad y un toque clásico que realza cada bocado.
Su presentación es tan importante como su sabor: un postre que se puede decorar con sirope de castañas o virutas de chocolate, ideal para ocasiones festivas o cenas íntimas. La textura, el aroma y los tonos cálidos evocan la esencia del invierno, con una dulzura que reconforta sin ser excesiva.
La Pavlova de castañas asadas y crema de vainilla resume la elegancia de la repostería estacional: ligera, equilibrada y llena de matices. Es un postre que invita a disfrutar el momento, a celebrar la temporada y a descubrir la belleza de los contrastes entre lo crujiente, lo cremoso y lo delicadamente dulce.
Alérgenos presentes en la receta
- Huevos
- Lácteos (nata)
Consejos para eliminar alérgenos y el gluten
- Sustituir la nata por crema de coco para una versión sin lactosa.
- Reemplazar las claras de huevo por aquafaba (agua de garbanzos) para una versión vegana.
- Este postre es naturalmente sin gluten.
- Vitamina A: 180 µg – favorece la vista y la salud inmunológica.
- Vitamina B2 (Riboflavina): 0,3 mg – contribuye a la producción de energía.
- Vitamina B6: 0,2 mg – apoya el sistema nervioso.
- Vitamina C: 2 mg – ayuda a la formación de colágeno.
- Calcio: 60 mg – fortalece huesos y dientes.
- Magnesio: 25 mg – favorece la función muscular.
- Hierro: 0,8 mg – contribuye a la oxigenación celular.
- Potasio: 260 mg – regula la presión arterial.
- Polifenoles: 150 mg – protegen las células del daño oxidativo.
- Flavonoides: 60 mg – benefician la salud cardiovascular.
- Taninos: 20 mg – poseen propiedades antiinflamatorias.
- Vitamina E: 1,5 mg – combate los radicales libres y refuerza las defensas.