Las recetas de bajo IG se enfocan en alimentos que liberan glucosa lentamente, ayudando a estabilizar el nivel de azúcar en sangre. Un IG bajo (menos de 55) proporciona energía constante, apoya el control del peso y reduce los picos de insulina, lo cual es beneficioso para personas con diabetes y quienes buscan energía equilibrada. Los ingredientes clave incluyen granos integrales, vegetales sin almidón, proteínas magras y grasas saludables. La cocina de bajo IG destaca alimentos ricos en fibra, aumentando la saciedad y beneficiando la salud del corazón.