Para 8 porciones con 30 minutos de preparación, 210 minutos de cocción y 240 minutos en total, el pavo asado con mantequilla de hierbas ofrece una carne jugosa y una piel dorada y crujiente. La combinación de mantequilla, romero, tomillo, salvia, perejil, ajo y limón impregna el ave de aromas frescos y sabor equilibrado. Puede conservarse 2–3 días en el refrigerador o hasta 2 meses en el congelador, y recalentarse fácilmente a 150 °C durante 8–10 minutos. Una opción festiva que une tradición y sabor en cada bocado.

Pavo festivo al horno con mantequilla de hierbas
Tradición, sabor y técnicas modernas en un solo plato
El pavo asado con mantequilla de hierbas se convierte en el centro de cualquier mesa gracias a su piel dorada y crujiente y a su carne tierna y jugosa. La mezcla de mantequilla, romero, tomillo, salvia, perejil, ajo y limón realza los sabores naturales de la carne y aporta un aroma inconfundible que se extiende por toda la cocina. Este plato combina lo mejor de la tradición con un enfoque actual, donde el cuidado en la preparación marca la diferencia.
Breve historia y origen
El pavo, originario de América, se integró en la gastronomía europea tras el intercambio cultural con el Nuevo Mundo. Su presencia en las grandes celebraciones familiares se consolidó rápidamente, desplazando a aves como el faisán o la oca. El uso de la mantequilla de hierbas como técnica para mantener la carne jugosa se transmitió de generación en generación, convirtiéndose en un recurso imprescindible para conseguir una textura perfecta y un sabor profundo.
Por qué este plato conquista
- Carne tierna y piel crujiente dorada
- Aromas frescos de hierbas que envuelven cada bocado
- Receta versátil, ideal para ocasiones especiales
- Técnica probada que garantiza un resultado memorable
- Centro de mesa que transmite celebración y unión
Armonía de ingredientes
- La mantequilla sella la jugosidad y enriquece el sabor.
- Las hierbas frescas como el romero, el tomillo y la salvia aportan notas equilibradas.
- El ajo y la cebolla generan profundidad y un dulzor natural al asarse.
- El limón refresca y equilibra la riqueza del plato.
- La sal y la pimienta completan la experiencia sensorial resaltando cada matiz.
Variaciones creativas
- Añadir pimentón ahumado o un toque de chile para un sabor más intenso.
- Glasear con miel o jarabe de arce para un acabado caramelizado.
- Incorporar arroz salvaje, frutos secos o frutas deshidratadas en el relleno para una versión rústica.
- Colocar la pieza sobre una cama de verduras de raíz para potenciar la salsa natural.
- Probar con mantequilla de limón para darle un aire mediterráneo.
Conservación y preparación con antelación
- A temperatura ambiente: hasta 2 horas después de servir.
- En el refrigerador: 2–3 días en recipientes herméticos.
- En el congelador: hasta 2 meses, bien envuelto.
- Recalentado: a 150 °C (300 °F) durante 8–10 minutos, cubierto para no resecar la carne.
Inspiración adicional
Para descubrir una versión aún más festiva, prueba este Pavo asado jugoso con relleno de hierbas y salsa de arándanos casera.
Relevancia cultural y contexto gastronómico
Más allá de su sabor, el pavo asado con mantequilla de hierbas es un símbolo de compartir, tradición y celebración. Está presente en mesas de todo el mundo durante las fiestas, adaptándose a diferentes estilos de cocina y acompañamientos. Su capacidad de unir a la familia alrededor de una mesa lo convierte en una experiencia que trasciende la gastronomía.
Lo que hace único este plato
- Técnica clásica que asegura jugosidad
- Sabor equilibrado entre hierbas frescas y mantequilla
- Consejos prácticos para conservar y recalentar
- Flexibilidad en la elección de acompañamientos
- Plato emblemático, capaz de transformar cualquier ocasión en un recuerdo inolvidable
- Precalentar el horno a 175 °C (350 °F).
- Limpiar el pavo y secarlo bien con papel absorbente.
- Mezclar en un bol la mantequilla blanda con las hierbas picadas, el ajo, la ralladura de limón, el zumo de limón, la sal y la pimienta.
- Separar con cuidado la piel de la pechuga e introducir la mitad de la mezcla de mantequilla de hierbas debajo de la piel.
- Untar el resto de la mantequilla por todo el pavo, incluyendo piernas y alas.
- Colocar en la cavidad la cebolla, la zanahoria y el apio, y rociar el pavo con el aceite de oliva.
- Poner el pavo en una rejilla dentro de una bandeja de asar.
- Asar sin tapar durante unas 3,5 horas, rociando con sus jugos cada 30–40 minutos.
- Comprobar con un termómetro que la parte más gruesa del muslo alcance los 74 °C (165 °F).
- Retirar del horno, cubrir ligeramente con papel de aluminio y dejar reposar 20–30 minutos antes de trinchar.
FAQ question¿Cuánto tiempo y a qué temperatura se asa el pavo?
Asa a 175 °C / 350 °F sobre rejilla hasta que la parte más gruesa del muslo alcance 74 °C / 165 °F. Como guía, calcula 45–50 minutos por kg (ave sin relleno). Empieza a medir la temperatura pronto y cubre ligeramente con papel aluminio si la piel se dora en exceso.
FAQ question¿Es mejor salmuera seca o húmeda?
La salmuera seca ofrece carne jugosa y piel crujiente sin complicaciones. Usa ≈ 10 g de sal fina por kg de pavo (puedes añadir un poco de azúcar y hierbas muy picadas), frota por toda la superficie y bajo la piel, y refrigera 12–48 horas; las últimas 12 horas al descubierto para secar la piel y potenciar el dorado.
FAQ question¿Cómo mantengo la pechuga jugosa y la piel crujiente?
Introduce mantequilla de hierbas bajo la piel de la pechuga y unta el exterior. Seca el ave al aire en el frigorífico antes de hornear, colócala en rejilla precalentada y protege la pechuga con aluminio si toma color muy rápido. Para un acabado extra crujiente, termina 10–15 minutos a 220 °C / 425 °F.
FAQ question¿Debo rociar el pavo durante la cocción y cada cuánto?
Es opcional cuando usas mantequilla bajo la piel. Si decides rociar, hazlo cada 30–40 minutos con los propios jugos y cierra el horno rápido para no perder calor. Prioriza una temperatura estable y la temperatura interna correcta frente al rociado frecuente.
FAQ question¿Puedo rellenar el pavo de forma segura?
Lo ideal es hornear el relleno aparte para mejor textura y seguridad. Si rellenas, hazlo sin compactar y verifica que el centro del relleno también llegue a 74 °C / 165 °F. Ten en cuenta que el relleno alarga el tiempo de cocción y puede resecar la pechuga.
FAQ question¿Qué proporción de hierbas y mantequilla funciona mejor?
Apunta a ≈ 55 g de mantequilla por kg de pavo (aprox. ¼ cup por 2 lb), mezclada con tomillo, romero y salvia, más ajo, ralladura de limón y pimienta negra. Emplea mantequilla sin sal para controlar el sodio, especialmente si aplicaste salmuera seca.
FAQ question¿Cómo preparo una salsa sedosa con los jugos de la bandeja?
Desgrasa la bandeja, desglasa con caldo caliente (y un toque de vino blanco si quieres) raspando los fondos dorados. Deja hervir suavemente y espesa con una roux o mezcla de fécula y agua añadida poco a poco. Finaliza con una nuez de mantequilla fría, cuela y ajusta sal y acidez (limón o vinagre).
FAQ question¿Cuál es la mejor forma de trinchar y recalentar las sobras?
Deja reposar 20–30 minutos para redistribuir los jugos. Retira muslos y contramuslos, y corta la pechuga a contrapelo en lonchas regulares. Guarda con un poco de jugo o caldo: 2–3 días en frigorífico o hasta 2 meses en congelador. Recalienta tapado a 150 °C / 300 °F durante 8–10 minutos o suavemente en sartén con caldo hasta que esté bien humeante.
PEKIS – cocinero profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en la gastronomía europea e internacional. Con el pavo asado con mantequilla de hierbas he perfeccionado con los años la forma de lograr un equilibrio entre la jugosidad de la carne y la piel dorada y crujiente, experimentando con distintas combinaciones de hierbas frescas y técnicas de cocción que hacen que el resultado sea siempre especial.
El pavo asado con mantequilla de hierbas es sinónimo de celebración y hospitalidad. Su piel crujiente y dorada contrasta con una carne tierna y jugosa, impregnada de aromas frescos de romero, tomillo, salvia, perejil, ajo y limón. Cada corte ofrece un sabor equilibrado que transforma una comida en un momento especial.
La riqueza de la mantequilla combinada con las notas herbales convierte este plato en una experiencia gastronómica completa. Se adapta tanto a guarniciones tradicionales como puré de patatas o verduras asadas, como a opciones más modernas con ensaladas frescas o salsas frutales. Su versatilidad lo hace perfecto para cualquier ocasión.
Gracias a una preparación cuidadosa, el pavo mantiene su jugosidad incluso después de recalentarse. Puede conservarse varios días en refrigeración o meses en congelación, lo que lo convierte en una elección práctica para grandes reuniones familiares.
Más allá del sabor, esta receta simboliza tradición, unión y calidez. Colocado en el centro de la mesa, refuerza el sentido de comunidad y deja un recuerdo inolvidable en quienes lo disfrutan.
Alérgenos presentes en la receta:
- Mantequilla (lácteo)
Información sobre el gluten:
- Esta receta es naturalmente sin gluten.
Consejos para sustituir alérgenos:
- Sustituir la mantequilla por margarina sin lactosa o aceite de oliva para evitar lácteos.
- Evitar la contaminación cruzada con productos que contengan gluten.
- Vitamina A: 350 µg – contribuye a la visión y al sistema inmunitario.
- Vitamina B6: 0.9 mg – esencial para el metabolismo y la función cerebral.
- Vitamina B12: 1.2 µg – necesaria para la formación de glóbulos rojos.
- Vitamina D: 1.6 µg – ayuda a la salud ósea y al sistema inmune.
- Vitamina E: 1.5 mg – protege las células del estrés oxidativo.
- Hierro: 2.8 mg – importante para el transporte de oxígeno en la sangre.
- Zinc: 5.5 mg – fortalece el sistema inmunológico y la cicatrización.
- Fósforo: 310 mg – apoya el metabolismo energético y la salud de los huesos.
- Potasio: 410 mg – regula la función nerviosa y el equilibrio de líquidos.
- Magnesio: 38 mg – favorece el rendimiento muscular y nervioso.
- Compuestos del romero (carnosol, ácido rosmarínico) 12 mg – ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Flavonoides de la salvia 8 mg – favorecen la memoria y la protección celular.
- Polifenoles del perejil 10 mg – apoyan la digestión y la defensa inmunitaria.
- Vitamina C del limón 9 mg – fortalece el sistema inmune y la salud de la piel.