Para 4 porciones y lista en 75 minutos (40 de preparación, 35 de horneado), la tarta baklava de pistacho y chocolate combina capas de masa filo crujiente, un relleno de pistachos tostados y una suave ganache de chocolate negro bañada en sirope de miel y limón. La textura equilibrada entre lo crujiente y lo cremoso la convierte en un postre elegante y aromático, ideal para celebraciones. Puede prepararse con antelación, ya que los sabores se intensifican con el reposo, manteniendo su frescura y brillo durante varios días.

La unión perfecta entre el pistacho y el chocolate en una creación hojaldrada
Un postre artesanal que combina tradición oriental y elegancia europea
La tarta baklava de pistacho y chocolate es una joya de la repostería moderna que fusiona el crujiente del hojaldre filo, el sabor intenso del chocolate negro y la suavidad aromática del pistacho tostado. Cada capa dorada al horno encierra una mezcla equilibrada de texturas, aromas y contrastes, donde la miel y la mantequilla aportan una humedad delicada que realza los matices naturales del fruto seco. Su aspecto brillante y sus tonos dorados y verdes hacen de este postre una auténtica obra de arte para la vista y el paladar.
Su magia reside en el contraste: la textura quebradiza de la masa filo frente a la cremosidad de la ganache, y el toque de cardamomo y vainilla que aporta profundidad sin dominar los demás sabores. La miel tibia impregna cada capa, uniendo los ingredientes con una dulzura suave y perfumada que recuerda a los antiguos postres de Oriente Medio reinterpretados con el refinamiento europeo.
Origen y evolución del postre
La baklava tiene sus raíces en las antiguas cocinas del Imperio Otomano, donde era símbolo de celebración y hospitalidad. Con el tiempo, se extendió por el Mediterráneo y llegó a Europa, donde los maestros pasteleros incorporaron ingredientes locales como el chocolate, la nata o el caramelo. La versión contemporánea con pistacho y chocolate representa esta fusión cultural: Oriente aporta la tradición y la miel, mientras Occidente añade técnica y sofisticación.
Por qué te encantará esta tarta
- Texturas contrastadas: capas finas y crujientes con un interior cremoso.
- Equilibrio perfecto entre dulzura, intensidad y aroma.
- Presentación elegante que destaca en celebraciones o cenas especiales.
- Sabor refinado con notas de miel, pistacho y chocolate.
- Se conserva bien, ideal para preparar con antelación.
Ingredientes que definen el sabor
La base de masa filo garantiza un resultado ligero y crujiente. La mantequilla derretida le da un tono dorado y un aroma irresistible, mientras que las pistachos tostados añaden un toque de textura y color. El chocolate negro fundido con nata forma una ganache aterciopelada, equilibrando el dulzor del sirope de miel y limón que se absorbe lentamente sin empapar las capas. Todo el conjunto se transforma en un postre con una estructura armónica y sofisticada.
Versiones creativas
- Sustituir el chocolate negro por chocolate blanco o rubí para un sabor más suave.
- Añadir agua de azahar o esencia de rosa para un toque más oriental.
- Incluir almendras o nueces junto con los pistachos para mayor complejidad.
- Incorporar ralladura de naranja o licor de pistacho para intensificar el aroma.
- Presentar en porciones individuales tipo pastelito para un formato más delicado.
Conservación y preparación anticipada
La tarta baklava de pistacho y chocolate mejora con el paso de las horas, ya que los sabores se integran y la textura se asienta. Puede prepararse con un día de antelación, guardándola a temperatura ambiente cubierta o en el refrigerador hasta por 5 días. Antes de servir, se recomienda dejarla reposar para que la ganache recupere su suavidad y el hojaldre mantenga su punto crujiente.
También disponible la receta de…
Descubre también la Baklava de praliné de avellanas – dulce con hojaldre y sirope de miel, una versión igualmente irresistible que combina la tradición de Oriente con la elegancia europea.
El equilibrio entre dulzura, textura y tradición
La tarta baklava de pistacho y chocolate es más que un postre: es una experiencia culinaria que une cultura, técnica y pasión. Cada capa refleja el trabajo artesanal, cada aroma despierta recuerdos de hospitalidad y celebración. Entre el pistacho tostado, la miel dorada y el chocolate fundente, surge un equilibrio perfecto que deleita los sentidos y deja una impresión duradera en cada comensal.
- Preparar el sirope: En un cazo pequeño, mezclar la miel, el azúcar, el zumo de limón y 50 ml (3 tbsp) de agua. Llevar a ebullición y dejar hervir a fuego lento durante unos 5 minutos hasta que espese ligeramente. Dejar enfriar.
- Derretir la mantequilla: Fundir la mantequilla a fuego lento y mantenerla tibia. Precalentar el horno a 175 °C (350 °F).
- Preparar el relleno de pistacho: Mezclar los pistachos molidos con el cardamomo, la canela y 2 cucharadas de azúcar.
- Montar las capas de masa: Engrasar un molde redondo de 22 cm (9 inch). Colocar una hoja de masa filo, pincelar con mantequilla derretida y repetir el proceso hasta obtener 6 capas.
- Añadir el relleno: Extender una tercera parte de la mezcla de pistachos. Añadir tres hojas más de masa con mantequilla, otra capa de relleno y repetir hasta finalizar, terminando con una capa de masa filo bien enmantequillada.
- Cortar antes de hornear: Con un cuchillo afilado, cortar la masa en cuadrados o rombos antes de introducirla al horno.
- Hornear: Cocinar durante 30–35 minutos hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Al sacar del horno, verter inmediatamente el sirope frío sobre la baklava caliente y dejar enfriar completamente para que se absorba el líquido.
- Preparar la ganache de chocolate: Calentar la nata y la leche hasta que estén bien calientes pero sin hervir. Verter sobre el chocolate troceado, dejar reposar un minuto y remover hasta obtener una mezcla homogénea y brillante. Añadir el extracto de vainilla y mezclar.
- Montar la tarta: Cuando la baklava esté fría y el sirope se haya absorbido, verter la ganache uniformemente sobre la superficie. Dejar reposar 1 hora a temperatura ambiente o refrigerar para una textura más firme.
- Decorar: Espolvorear los pistachos picados y las virutas de chocolate justo antes de servir.
FAQ question¿Cómo mantener crujientes las capas de filo sin que se ablanden?
Unta cada hoja con mantequilla derretida y hornea hasta un dorado intenso. Al sacar del horno, vierte sirope de miel frío sobre la baklava caliente: el contraste sella la humedad sin empapar. Deja absorber y enfriar por completo antes de añadir la ganache de chocolate.
FAQ question¿Puedo preparar la tarta con antelación?
Sí. Hornea y baña con sirope con 1 día de antelación; la textura mejora al reposar toda la noche. Extiende la ganache el día del servicio para mantenerla sedosa y brillante. Conserva a temperatura ambiente (cubierta) si se sirve ese día, o refrigera y vuelve a temperatura ambiente antes de cortar.
FAQ question¿Qué chocolate y pistachos elegir para el mejor sabor?
Elige chocolate negro 70 % para un perfil equilibrado y no excesivamente dulce. Tuesta ligeramente los pistachos para liberar sus aceites aromáticos, potenciar el sabor mantecoso y avivar el color. Evita los frutos salados; busca un gusto limpio y puro.
FAQ question¿Cómo cortar rombos limpios sin quebrar la corteza?
Marca el patrón antes de hornear con un cuchillo muy afilado. Tras hornear y bañar, deja enfriar y estabilizar por completo. Limpia la hoja entre cortes y presiona con movimientos firmes y verticales (sin serrar) para preservar el hojaldrado crujiente.
FAQ question¿Cómo adaptar la receta sin gluten, sin lácteos o sin frutos secos?
Usa masa filo sin gluten (o láminas de papel de arroz ligeramente engrasadas). Sustituye mantequilla, leche y nata por alternativas vegetales para una versión sin lácteos. Para evitar frutos secos, reemplaza pistachos por semillas de girasol o calabaza tostadas: mantienen el crujiente con un sabor más suave.
FAQ question¿Cómo guardar las sobras y servirlas después?
Conserva bien cubierta hasta 2 días a temperatura ambiente o hasta 5 días en refrigeración. Sirve a temperatura ambiente para que la ganache se ablande y se expresen los aromas del pistacho. Protege de la humedad para mantener la crocancia de las capas.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia en cocina y repostería, especializado en gastronomía europea e internacional. En esta tarta baklava de pistacho y chocolate, he querido unir el crujiente dorado de la masa filo con la intensidad del chocolate negro y el toque aromático del pistacho tostado. Me encanta cómo estos ingredientes crean una armonía perfecta entre textura, sabor y elegancia.
Cada capa de la tarta baklava de pistacho y chocolate refleja equilibrio, técnica y pasión. El crujiente dorado de la masa filo, la suavidad de la ganache de chocolate negro y el aroma tostado de los pistachos se unen en una experiencia que combina tradición y modernidad. Es una creación que invita a disfrutar de cada textura y cada matiz con calma, como un homenaje al arte de la repostería.
En la fusión del miel, la mantequilla y el chocolate, surge una armonía profunda entre dulzura e intensidad. El toque cálido del cardamomo y la vainilla aporta una dimensión aromática que envuelve los sentidos, mientras el pistacho añade contraste y elegancia. Cada bocado transmite sofisticación y equilibrio, como si la receta estuviera pensada para celebrar los pequeños placeres de la vida.
Ideal para una comida especial o como cierre de una cena elegante, su combinación de texturas, colores y aromas la convierte en un postre inolvidable. Su aspecto brillante y su sabor refinado no solo cautivan a los amantes del dulce, sino también a quienes valoran la estética y la delicadeza en la cocina.
Entre el pistacho, la miel y el chocolate, se encuentra una sinfonía de sabores que trasciende la simplicidad. Es más que una tarta: una expresión de equilibrio y belleza que deja una impresión duradera, recordando que el verdadero placer está en los detalles bien hechos.
Alérgenos presentes en la receta
- Gluten (masa filo)
- Lácteos (mantequilla, nata, leche)
- Frutos secos (pistachos)
Sustituciones para eliminar alérgenos y gluten
- Para una versión sin gluten, usar masa filo sin gluten o láminas de papel de arroz ligeramente engrasadas.
- Para una versión sin lactosa, sustituir la mantequilla, la leche y la nata por alternativas vegetales (aceite de coco, leche de almendra o de avena).
- Para una versión sin frutos secos, reemplazar los pistachos por semillas de girasol o calabaza tostadas, manteniendo el toque crujiente y un sabor equilibrado.
- Vitamina E: 3,8 mg – contribuye a la salud de la piel y refuerza el sistema inmunitario.
- Magnesio: 45 mg – esencial para los músculos y el sistema nervioso.
- Hierro: 1,6 mg – ayuda al transporte de oxígeno en la sangre.
- Calcio: 60 mg – fortalece huesos y dientes.
- Zinc: 1,2 mg – favorece la regeneración celular.
- Potasio: 210 mg – regula la presión arterial y el equilibrio de líquidos.
- Flavonoides (del chocolate negro): 120 mg – benefician la salud cardiovascular.
- Polifenoles (de los pistachos): 95 mg – ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Carotenoides (de los pistachos): 0,4 mg – protegen la visión y la piel.