Para 8 porciones, con 25 minutos de preparación y 45 minutos de cocción (total 70 minutos), la tarta crumble de pera y almendra especiada combina peras jugosas, almendras molidas y un crumble dorado y crujiente con aroma a canela y cardamomo. Perfecta para el otoño, destaca por su equilibrio entre textura tierna y crocante. Se conserva hasta 3 días en un recipiente hermético y puede servirse templada con helado de vainilla o salsa de caramelo.

Tarta crumble de pera y almendra con especias
Una combinación cálida, crujiente y aromática para los días de otoño
El equilibrio perfecto entre lo jugoso, lo crujiente y lo aromático se encuentra en cada bocado de la tarta crumble de pera y almendra con especias. Las peras maduras liberan su dulzor natural mientras el crumble de mantequilla y almendras se hornea hasta adquirir un tono dorado y crujiente. Las especias cálidas – canela, nuez moscada y cardamomo – transforman este postre en una experiencia sensorial completa, ideal para acompañar un café o disfrutar como broche de una comida familiar.
El contraste entre la suavidad de las peras y la textura arenosa del crumble crea una armonía que define el confort del otoño. El toque de vainilla natural aporta equilibrio a los sabores y resalta la profundidad de las almendras. A medida que la tarta se hornea, el aroma a mantequilla, azúcar moreno y especias envuelve la cocina, llenando el ambiente de calidez y nostalgia.
Origen e inspiración
La combinación de peras y almendras tiene raíces en la repostería tradicional europea. En Francia, la clásica tarte amandine inspiró muchas variaciones con frutas, mientras que el crumble británico añadió ese toque rústico que lo hace irresistible. En esta versión, ambos mundos se encuentran: la elegancia de la repostería francesa y el encanto casero de la tradición británica. El resultado es una tarta que celebra la sencillez y el sabor auténtico de los ingredientes de temporada.
Por qué te encantará
- Textura crujiente del crumble con mantequilla dorada.
- Aroma cálido y envolvente de las especias otoñales.
- Peras suaves y jugosas que se funden con la crema de almendra.
- Equilibrio perfecto entre dulzor, acidez y especias.
- Ideal para repostería casera elegante y sencilla.
- Se puede preparar con antelación y conservar fácilmente.
Ingredientes y su papel en el equilibrio del sabor
- Peras maduras: aportan humedad, dulzor natural y un aroma afrutado intenso.
- Almendras molidas: añaden textura fina, suavidad y profundidad de sabor.
- Mantequilla: da riqueza, une los sabores y aporta el color dorado característico.
- Canela, nuez moscada y cardamomo: ofrecen un equilibrio entre calidez y frescura.
- Azúcar moreno: intensifica el sabor tostado y realza el aroma del crumble.
Cómo disfrutar su textura y aroma
Servida templada, revela todo su potencial aromático. La mantequilla derretida, el crumble crujiente y las peras tiernas crean una fusión perfecta de contraste y suavidad. Acompañar con una bola de helado de vainilla, nata montada o un hilo de caramelo caliente convierte esta tarta en un postre de restaurante sin perder su esencia casera.
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Conservación y preparación con antelación
La tarta crumble de pera y almendra puede prepararse parcialmente con antelación. La masa base puede conservarse en el frigorífico hasta 2 días, y el crumble puede congelarse sin perder su textura. Una vez horneada, guárdala en un recipiente hermético hasta 3 días a temperatura ambiente. Para devolverle su textura crujiente, caliéntala a 150°C (302°F) durante unos 10 minutos.
Perfil sensorial y armonía de sabores
Cada capa tiene una función específica: la base de masa aporta estructura y suavidad, la mezcla de almendra y mantequilla equilibra la humedad de la fruta, mientras que el crumble añade ese toque final de textura. Los matices de azúcar moreno, vainilla y especias completan la experiencia sensorial, creando una combinación perfecta entre dulzura, fragancia y elegancia.
Variaciones creativas
- Sustituir las peras por manzanas para una versión más clásica.
- Añadir un poco de Amaretto o licor de almendra para intensificar el sabor.
- Incorporar avellanas o nueces picadas en el crumble para un toque extra de crujido.
- Usar harina sin gluten para una versión apta para intolerantes.
- Servir con miel caliente o un toque de caramelo salado para un final festivo.
Un postre que resume el espíritu del otoño
La tarta crumble de pera y almendra con especias combina tradición y modernidad en una creación sencilla pero refinada. Su mezcla de sabores cálidos, frutas frescas y texturas contrastadas encarna la esencia del otoño y la magia de la repostería hecha en casa.
- Preparar la masa:
En un bol grande, mezcla la harina, la mantequilla fría y el azúcar blanco. Trabaja con las manos hasta obtener una textura arenosa. Agrega el huevo batido, mezcla suavemente y forma una masa homogénea. Envuelve en film y refrigera durante 30 minutos. - Preparar el relleno de peras:
En otro bol, combina las rodajas de pera, el azúcar moreno, el jugo de limón, la fécula de maíz y las especias (canela, nuez moscada y cardamomo). Mezcla con cuidado para cubrir bien la fruta. La mezcla debe quedar brillante y ligeramente espesa. - Preparar el crumble de almendra:
En un recipiente aparte, combina la harina, las almendras molidas, la mantequilla y el azúcar moreno. Mezcla con las yemas de los dedos hasta obtener migas pequeñas y gruesas. Reserva. - Montar la tarta:
Precalienta el horno a 180°C (356°F). Estira la masa refrigerada sobre una superficie enharinada hasta lograr un grosor de 3 mm (0.12 inch). Colócala en un molde para tarta de 24 cm (9.4 inch) de diámetro, corta los bordes y pincha la base con un tenedor. - Agregar el relleno y el crumble:
Vierte el relleno de peras sobre la base. Cubre con el crumble de almendras, distribuyéndolo de manera uniforme sin presionar demasiado para mantener su textura aireada y crujiente. - Hornear:
Hornea durante 40–45 minutos, hasta que la superficie esté dorada y las peras tiernas y jugosas. Los bordes deben adquirir un ligero tono caramelizado. - Enfriar y decorar:
Deja enfriar la tarta antes de desmoldar. Espolvorea con láminas de almendra (para decoración) y azúcar glas. - Servir:
Sirve templada con una bola de helado de vainilla o acompaña con salsa de caramelo.
Conservación:
Guarda la tarta en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 3 días. Para devolverle su textura crujiente, caliéntala en el horno a 150°C (302°F) durante 10 minutos.
FAQ question¿Puedo preparar la tarta con antelación?
Sí. Hornea a ciegas la base, mezcla el crumble y mantenlo refrigerado, y lamina las peras con un toque de limón para evitar la oxidación. Ensambla y hornea dentro de 24 horas, o hornea completa, deja enfriar y recalienta a 150°C (302°F) durante 8–10 min para devolver el crujiente. Bien cerrada, se conserva hasta 3 días.
FAQ question¿Qué peras usar y cuán maduras deben estar?
Elige Bosc, Conference o Comice, maduras pero firmes. Mantienen forma y textura y liberan jugos equilibrados. Evita las muy maduras (empapan la base). Corta en láminas de 5–7 mm (0.2–0.28 inch) para una cocción uniforme y un interior jugoso.
FAQ question¿Cómo evito que la base se humedezca?
Tres defensas: horneado a ciegas, espolvorear almendra molida sobre la base (absorbe jugos) y mezclar las peras con fécula de maíz para ligar suavemente su sirope. Hornea el molde sobre una bandeja precalentada para reforzar el calor inferior y mantener la base crujiente.
FAQ question¿Puedo reducir el azúcar sin perder textura?
Sí, reduce hasta un 20 %. Mantén algo en el crumble para caramelización y crocante, y suficiente en el relleno para gelificar los jugos. Si reduces más, intensifica vainilla y especias para preservar la sensación de dulzor.
FAQ question¿Cuál es el equilibrio ideal de especias?
Usa canela como base, añade una pizca de nuez moscada para redondear y un toque de cardamomo para frescor floral. Clavo o anís estrellado, solo muy sutiles: el sabor delicado de la pera brilla con una especiería suave.
FAQ question¿Cómo adaptar la receta sin gluten, sin lácteos o sin frutos secos?
Sin gluten: emplea una mezcla 1:1 y, si es necesario, ½ tsp de xantano. Sin lácteos: cambia la mantequilla por un bloque vegetal (no untable). Sin frutos secos: omitir almendra, usar harina de avena en el crumble y reforzar la vainilla.
FAQ question¿Por qué mi crumble no queda crujiente?
Suele deberse a mantequilla demasiado blanda, exceso de jugo por peras muy maduras o horno frío. Usa mantequilla bien fría, pesa ingredientes y hornea a 180°C (356°F) hasta un dorado intenso. Si hace falta, prolonga 5–8 minutos y enfría en rejilla para que escape el vapor.
FAQ question¿Cómo servir y guardar las sobras?
Sirve templada con helado de vainilla, nata montada o caramelo para un contraste de texturas y temperaturas. Guarda 24 h a temperatura ambiente y luego hasta 3 días en frío. Para reavivar, calienta porciones 8–10 min a 150°C (302°F): crumble crujiente, peras melosas.
Después de muchos años perfeccionando recetas de repostería artesanal, descubrí que el equilibrio entre peras dulces, almendras tostadas y un crumble dorado nunca falla. El secreto está en la textura: el punto exacto de mantequilla fría, el corte fino de las peras y la mezcla justa de especias que aportan calidez sin dominar. El aroma que se libera al hornear esta tarta siempre llena la cocina de esa sensación de hogar y otoño.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia en cocina y pastelería, especializado en gastronomía europea e internacional.
El contraste entre la dulzura natural de la pera y el toque tostado de la almendra crea una armonía que se siente en cada bocado. El crumble dorado, con su textura quebradiza y aroma a canela y mantequilla, aporta esa capa crujiente que realza la suavidad del relleno. Cada porción es una combinación perfecta de calor, aroma y sabor que evoca el espíritu del otoño.
La clave está en la frescura de las peras y en el equilibrio de las especias, que transforman una tarta sencilla en un postre refinado. El toque de cardamomo y nuez moscada despierta el paladar, mientras que el azúcar moreno aporta profundidad y un matiz acaramelado. Servida aún templada con helado o nata montada, esta tarta se convierte en un placer reconfortante ideal para compartir.
Perfecta para un domingo familiar o una cena especial, se adapta a cualquier ocasión. Su aroma al hornearse llena la cocina de una sensación hogareña difícil de resistir. Es una receta que combina tradición y calidez, con un resultado elegante y equilibrado.
Cada elemento, desde la masa hasta el crumble, tiene su papel: juntos crean una experiencia completa que representa lo mejor de la repostería artesanal y la pasión por los sabores auténticos.
Alérgenos presentes en la receta:
- Gluten – presente en la harina de trigo.
- Lácteos – presentes en la mantequilla.
- Huevos – utilizados en la masa.
- Frutos secos (almendras) – incluidos en el crumble y en la decoración.
Sustituciones para eliminar alérgenos y gluten:
- Para una versión sin gluten, utiliza una mezcla de harina sin gluten.
- Para una versión sin lácteos, sustituye la mantequilla por margarina vegetal sólida.
- Para una versión sin huevo, mezcla 1 tbsp (15 ml) de linaza molida con 3 tbsp (45 ml) de agua.
- Para una versión sin frutos secos, sustituye las almendras por harina de avena y añade un toque de vainilla para equilibrar el sabor.
- Vitamina E – 3.1 mg – protege las células y favorece la salud de la piel.
- Vitamina B2 (Riboflavina) – 0.15 mg – contribuye al metabolismo energético.
- Calcio – 65 mg – fortalece huesos y dientes.
- Magnesio – 38 mg – apoya la función muscular y nerviosa.
- Hierro – 1.2 mg – interviene en la producción de glóbulos rojos.
- Potasio – 218 mg – ayuda a mantener la presión arterial equilibrada.
- Polifenoles – 210 mg – protegen las células del estrés oxidativo.
- Betacarotenos – 0.3 mg – favorecen la salud visual y cutánea.
- Vitamina C – 7 mg – refuerza el sistema inmunológico y promueve la formación de colágeno.
- Flavonoides – 95 mg – reducen la inflamación y benefician la salud cardiovascular.





