Receta casera de sopa de pollo con fideos

La sopa de pollo con fideos es uno de esos platos que evocan recuerdos cálidos de hogar y familia. Su combinación de ingredientes simples pero nutritivos la convierte en una elección perfecta para cualquier ocasión: desde los días fríos de invierno hasta momentos en los que buscamos consuelo y bienestar. Este plato clásico no solo es delicioso, sino que también aporta numerosos beneficios para la salud, lo que lo convierte en un imprescindible en cualquier cocina.

Una receta con historia y tradición

La sopa de pollo con fideos tiene raíces profundas en muchas culturas del mundo, donde ha sido valorada durante generaciones como un alimento reconfortante y curativo. Su simplicidad y adaptabilidad la hacen un plato universalmente amado. La mezcla de pollo tierno, fideos suaves y un caldo aromático logra un equilibrio perfecto entre sabor y nutrición.

El secreto de esta sopa radica en su capacidad para adaptarse a diferentes gustos y necesidades. Ya sea que prefieras un caldo ligero y transparente o una versión más cremosa y robusta, esta receta puede personalizarse fácilmente para satisfacer tus preferencias.

¿Qué hace que esta sopa sea tan especial?

Más allá de su sabor, la sopa de pollo con fideos es un plato increíblemente nutritivo. El pollo es una fuente rica en proteínas magras, esenciales para el mantenimiento y la reparación de los tejidos. Los vegetales frescos, como la zanahoria, el apio y la cebolla, aportan vitaminas y minerales clave, mientras que los fideos añaden una textura reconfortante y convierten la sopa en una comida completa y satisfactoria.

Además, esta sopa tiene propiedades reconocidas como remedio natural. El caldo caliente puede aliviar el dolor de garganta, despejar las vías respiratorias y proporcionar hidratación, lo que la convierte en una excelente opción durante resfriados o gripes.

El secreto está en el caldo

Un buen caldo es el alma de una sopa de pollo con fideos exitosa. Utilizar un pollo entero o huesos de pollo permite extraer todos los sabores y nutrientes esenciales, creando un caldo rico y lleno de profundidad. Añadir hierbas frescas como perejil, tomillo y una hoja de laurel intensifica los aromas y aporta un toque fresco.

Si buscas un sabor más ligero, un toque de jugo de limón fresco justo antes de servir realzará los sabores y añadirá un delicado equilibrio de acidez. Para una versión más cremosa, se puede incorporar un poco de crema o leche de coco, que transforma el plato en una experiencia más indulgente.

Adaptabilidad para todos los gustos

Una de las mayores virtudes de esta receta es su versatilidad. Puedes ajustarla fácilmente para que se adapte a diferentes necesidades dietéticas o preferencias personales:

  • Para una versión vegetariana, sustituye el pollo por tofu o garbanzos y utiliza un caldo de verduras en lugar de caldo de pollo.
  • Si prefieres una opción sin gluten, cambia los fideos de huevo por fideos de arroz o quinoa.
  • Para añadir más nutrientes, incorpora espinacas frescas, kale o champiñones, que no solo enriquecen la sopa, sino que también le aportan nuevos matices de sabor.

Un plato para compartir

La sopa de pollo con fideos no solo es deliciosa, sino que también reúne a las personas. Preparar este plato en casa puede convertirse en una experiencia familiar, transmitiendo tradición y cuidado. Además, es perfecta para preparar con anticipación, ya que sus sabores se intensifican al reposar, convirtiéndola en una opción ideal para disfrutar al día siguiente.

La comodidad en un plato

Con cada cucharada, la sopa de pollo con fideos nos recuerda que la buena comida no necesita ser complicada. Sus sabores simples pero equilibrados son un reflejo de la calidez y la conexión que solo un plato casero puede ofrecer. Si estás buscando un plato que nutra tanto el cuerpo como el alma, esta receta es la respuesta perfecta.

Ya sea que la prepares para reconfortar a un ser querido o simplemente para disfrutar de un momento de calma y satisfacción, la sopa de pollo con fideos es un clásico que nunca pasa de moda. ¡Prueba esta receta y redescubre la magia de este plato tradicional!

Ingredientes de la receta
Pollo (entero o 500 g de pechuga sin hueso ni piel) – 500 g (1.1 lb)
Zanahorias (en rodajas) – 200 g (7 oz)
Apio (en trozos pequeños) – 150 g (5.3 oz)
Cebolla (picada finamente) – 1 mediana (100 g / 3.5 oz)
Ajo (picado) – 2 dientes (5 g / 0.17 oz)
Aceite de oliva – 15 ml (1 cucharada)
Caldo de pollo – 1.5 litros (6 tazas)
Agua – 500 ml (2 tazas)
Fideos de huevo – 150 g (5.3 oz)
Sal – 5 g (1 cucharadita)
Pimienta negra – 2 g (½ cucharadita)
Perejil fresco (picado) – 15 g (2 cucharadas)
Tomillo (fresco o seco) – 3 g (1 cucharadita)
Hoja de laurel – 1
Jugo de limón – 15 ml (1 cucharada)
La cantidad producida por la receta.
Porciones: 6
Preparación
15 minutos
Cocinar / Hornear
45 minutos
Tiempo total
60 minutos
Instrucciones de preparación
  1. Preparar los ingredientes: Lava y pela las zanahorias, corta en rodajas. Pica la cebolla, el apio y el ajo. Lava el pollo bajo agua fría y sécalo con papel de cocina.
  2. Cocinar el pollo: Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Dora el pollo durante 2–3 minutos por cada lado hasta que tome un color dorado. Retíralo de la olla y resérvalo.
  3. Saltear las verduras: En la misma olla, sofríe la cebolla, el ajo, las zanahorias y el apio durante 5–7 minutos, hasta que estén suaves y desprendan aroma.
  4. Preparar el caldo: Vuelve a colocar el pollo en la olla. Añade el caldo de pollo, el agua, el tomillo, la hoja de laurel, la sal y la pimienta. Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 30 minutos.
  5. Desmenuzar el pollo: Retira el pollo de la olla y deja enfriar un poco. Desmenuza la carne con dos tenedores, retirando huesos y piel.
  6. Cocinar los fideos: Agrega los fideos al caldo y cocina durante 6–8 minutos, hasta que estén tiernos.
  7. Finalizar: Devuelve el pollo desmenuzado a la olla. Incorpora el jugo de limón y el perejil fresco. Mezcla bien y ajusta la sazón si es necesario.
  8. Servir: Sirve caliente en tazones hondos. Decora con perejil fresco adicional si lo deseas.

Consejos y variaciones para la receta casera de sopa de pollo con fideos

La sopa de pollo con fideos es un plato versátil que permite infinitas posibilidades de personalización. Cambiar algunos ingredientes o ajustarlos a tus preferencias personales puede transformar esta receta clásica en una experiencia culinaria única. Aquí encontrarás una guía detallada sobre cómo puedes influir en el sabor, la textura y el perfil nutricional de esta sopa.

Cambios en el pollo: la base del sabor

El pollo es el corazón de esta receta y el ingrediente que más impacta en el sabor de la sopa.

  • Pollo entero: Usar un pollo entero, con huesos y piel, da como resultado un caldo más rico y sabroso. Los huesos aportan colágeno, que mejora la textura del caldo, haciéndolo más sedoso.
  • Pechuga de pollo: Es una opción magra que produce un caldo más ligero y menos graso, ideal para quienes prefieren un sabor más suave.
  • Muslos de pollo: Los muslos tienen más grasa y un sabor más intenso que la pechuga, lo que aporta profundidad al caldo.

Consejo: Si deseas un caldo más aromático, asa el pollo o los huesos en el horno antes de cocinarlos en la sopa.

Variaciones en las verduras: frescura y equilibrio

Las verduras aportan dulzura natural y un equilibrio que complementa el sabor del pollo. Puedes experimentar con diferentes combinaciones para crear nuevas capas de sabor.

  • Zanahorias, apio y cebolla: Son la base tradicional de esta sopa. Aportan dulzura y suavidad, creando un caldo equilibrado.
  • Puerro: Añadir puerro picado suaviza el sabor de la sopa y le da un toque ligeramente dulce.
  • Tomates: Incorporar tomate fresco o en puré da al caldo un toque de acidez, equilibrando la riqueza del pollo.
  • Champiñones: Los hongos como los champiñones o shiitake aportan un sabor terroso y umami, ideal para una versión más compleja.
  • Espinacas o kale: Añadir hojas verdes al final de la cocción enriquece la sopa con vitaminas y minerales adicionales, además de dar un toque de color.

Consejo: Ajusta la cantidad de verduras según la temporada para aprovechar los ingredientes más frescos.

Los fideos: textura y alternativas

Los fideos son esenciales para esta sopa, pero puedes sustituirlos según tus preferencias o necesidades dietéticas.

  • Fideos de huevo: Son la elección clásica, con una textura firme que complementa el caldo.
  • Fideos de arroz: Una alternativa sin gluten que es más ligera y absorbe bien los sabores.
  • Quinoa o granos: Sustituir los fideos por quinoa, cebada o incluso arroz integral añade fibra y una textura más densa.
  • Fideos caseros: Si tienes tiempo, hacer fideos frescos en casa eleva la calidad del plato y añade un toque artesanal.

Consejo: Cocina los fideos por separado y añádelos al servir la sopa. Esto evita que se ablanden demasiado y conserven su textura.

Modificaciones en el caldo: el alma de la sopa

El caldo es lo que une todos los sabores en la sopa. Con unos pequeños ajustes, puedes transformar el perfil de sabor de la receta.

  • Caldo casero: Preparar tu propio caldo con huesos de pollo y vegetales mejora significativamente el sabor y la calidad nutricional.
  • Caldo de verduras: Para una opción vegetariana, utiliza caldo de verduras con hierbas frescas y champiñones para profundizar el sabor.
  • Hierbas y especias: Además de tomillo y laurel, puedes incorporar romero, salvia o incluso eneldo para crear un perfil de sabor único.
  • Toque cítrico: Unas gotas de jugo de limón o lima justo antes de servir realzan los sabores y añaden un toque de frescura.

Consejo: Añade un chorrito de vino blanco seco al caldo para darle un matiz más sofisticado.

Incorporar nuevos ingredientes para enriquecer el plato

Pequeños añadidos pueden transformar la sopa en una experiencia completamente nueva:

  • Crema o leche de coco: Agregar un poco de crema o leche de coco da al caldo una textura más rica y cremosa.
  • Ralladura de parmesano: Cocer una cáscara de queso parmesano en el caldo aporta un sabor salado y umami que intensifica la experiencia.
  • Soja o miso: Un toque de salsa de soja o una cucharadita de miso da un matiz asiático con una mayor profundidad de sabor.

Consejo: Experimenta con una pizca de nuez moscada o comino para añadir un matiz cálido al plato.

Adaptaciones según necesidades dietéticas

  • Opción vegetariana: Sustituye el pollo por tofu, tempeh o garbanzos y utiliza caldo de verduras.
  • Sin gluten: Cambia los fideos de huevo por fideos de arroz, quinoa o incluso calabacín en espiral.
  • Baja en carbohidratos: Omite los fideos y aumenta la cantidad de verduras o añade coliflor rallada como sustituto.

La sopa de pollo con fideos es una base perfecta para la creatividad culinaria. Cada ajuste y variación permite explorar nuevos sabores, texturas y beneficios nutricionales. Desde versiones clásicas hasta alternativas modernas, este plato puede adaptarse a cualquier preferencia, temporada o situación. Experimenta con estas ideas para crear tu versión ideal y disfruta de una sopa que no solo satisface el paladar, sino también el alma.

Tamaño de la porción
Información nutricional (por porción)
Calorias (kcal)
215
Carbohidrato (g)
15
Colesterol (mg)
65
Fibra (g)
2
Proteínas (g)
18
Sodio (mg)
740
Azúcar (g)
4
Grasa (g)
7
Grasa saturada (g)
1.5
Grasa insaturada (g)
5
Grasas trans (g)
0
Alérgenos
  • Contiene gluten (fideos de huevo).
  • Contiene posibles alérgenos (pollo).

Consejos para adaptaciones:

  • Versión sin gluten: Sustituye los fideos de huevo por fideos de arroz o quinoa.
  • Versión vegetariana: Sustituye el pollo por tofu o garbanzos y utiliza caldo de verduras.
  • Versión baja en sodio: Usa caldo con bajo contenido de sal y ajusta la sal según el gusto.
Vitaminas y minerales
  • Vitamina A: 5200 IU (importante para la visión y el sistema inmunológico).
  • Vitamina C: 8 mg (fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel).
  • Hierro: 2 mg (esencial para la producción de glóbulos rojos).
  • Calcio: 40 mg (ayuda a fortalecer huesos y dientes).
Contenido de antioxidantes
  • Carotenoides: Presentes en las zanahorias, protegen las células del daño oxidativo y favorecen la salud ocular.
  • Vitamina E: En el aceite de oliva, contribuye a la protección de la piel y neutraliza los radicales libres.

Recetas que vale la pena probar

Cuando hablamos de comida reconfortante, pocas recetas capturan tan perfectamente la esencia de la hospitalidad y la tradición del sur de los Estados Unidos como las galletas tradicionales de suero...
Preparación:
15 minutos
Cocinar / Hornear:
12 minutos
Tiempo total:
27 minutos
Comenzar el día con un desayuno delicioso y nutritivo no tiene que ser complicado ni llevar mucho tiempo. Esta receta vegana rápida y fácil, lista en solo 10 minutos, combina ingredientes saludables...
Preparación:
5 minutos
Cocinar / Hornear:
5 minutos
Tiempo total:
10 minutos
Celebra la Pascua con un postre que combina un delicioso sabor con una presentación encantadora. Este pudin decorado con conejitos de Pascua no solo es un placer para el paladar, sino también para la...
Preparación:
15 minutos
Cocinar / Hornear:
10 minutos
Tiempo total:
25 minutos
¿Estás buscando una manera deliciosa y saludable de empezar tu día con energía y vitalidad? Este batido verde es mucho más que una bebida: es una fuente de nutrientes esenciales, antioxidantes y un...
Preparación:
10 minutos
Cocinar / Hornear:
0 minutos
Tiempo total:
10 minutos
En el ritmo frenético de la vida moderna, encontrar tiempo para preparar cenas saludables puede ser un verdadero desafío. Sin embargo, esta receta cetogénica fácil y rápida ofrece una solución...
Preparación:
10 minutos
Cocinar / Hornear:
20 minutos
Tiempo total:
30 minutos
En el corazón de cada celebración familiar, hay platos que no solo llenan el estómago, sino también el alma. El aderezo de pan de maíz de la abuela es uno de esos tesoros culinarios que evocan...
Preparación:
30 minutos
Cocinar / Hornear:
50 minutos
Tiempo total:
70 minutos

Encuentra una receta