Receta de Tarta de Fresa Fácil y Deliciosa

Un clásico irresistible con fresas naturales

La tarta perfecta para sorprender en cualquier ocasión

Pocas cosas evocan tanto placer y frescura como una buena tarta de fresa casera. Esta receta, fácil de preparar y con un resultado espectacular, captura la esencia del sabor dulce y natural de las fresas frescas, combinadas con un bizcocho esponjoso y una crema suave y delicada que convierten cada bocado en una experiencia inolvidable. No se trata simplemente de un postre: es una celebración de los pequeños placeres de la vida, perfecta para compartir con familiares y amigos.

En esta versión renovada de la tradicional tarta de fresa, se emplean ingredientes naturales y de calidad, sin colorantes ni sabores artificiales. El resultado es un postre con textura ligera, sabor equilibrado y un atractivo visual que lo convierte en el centro de atención de cualquier mesa. Es ideal para ocasiones especiales como cumpleaños, celebraciones primaverales o simplemente para disfrutar de una tarde de domingo con una taza de café o té.

Lo que distingue a esta tarta es la utilización de puré de fresas frescas cocido suavemente para concentrar el sabor y reducir el exceso de agua. Este puré se incorpora tanto en la masa como en la crema, intensificando el aroma frutal de manera natural. El bizcocho queda tierno, ligeramente húmedo y con una tonalidad rosada natural que no solo es atractiva, sino que también transmite la autenticidad del sabor casero.

La crema que acompaña esta tarta está hecha a base de nata montada y queso crema, suavemente endulzada y enriquecida con pequeños trozos de fresa que aportan textura y un sabor vibrante. Esta combinación crea un contraste perfecto con el bizcocho, y logra un equilibrio entre dulzura, frescura y cremosidad. La crema se extiende con facilidad, permitiendo una cobertura uniforme y profesional incluso para quienes no tienen mucha experiencia en repostería.

Además de su sabor, esta tarta también destaca por su versatilidad. Se puede presentar como un pastel redondo clásico, en formato rectangular tipo bizcocho, o incluso como porciones individuales en vasos para eventos más elegantes. La decoración es tan adaptable como la receta misma: fresas frescas en mitades, hojas de menta, ralladura de limón, flores comestibles o virutas de chocolate blanco son solo algunas de las muchas opciones para personalizar y embellecer el resultado final.

Preparar una tarta de fresa en casa también significa controlar cada ingrediente y garantizar la frescura de todos los elementos. Es una manera de ofrecer a tus seres queridos un postre más saludable, libre de conservantes y lleno de sabor auténtico. Además, la preparación es sencilla y no requiere equipos especiales ni técnicas complicadas, por lo que es ideal tanto para principiantes como para expertos en repostería.

La clave está en elegir fresas maduras y jugosas, que aporten su aroma y dulzura natural, y en seguir cuidadosamente los pasos del montaje para lograr una presentación impecable. El resultado final es una tarta ligera pero sabrosa, perfecta para cualquier época del año y que se adapta a una gran variedad de gustos y ocasiones.

Esta tarta de fresa casera no solo deleita el paladar, sino que también conquista con su apariencia delicada y su equilibrio perfecto entre fruta, crema y bizcocho. Es la receta ideal para quienes buscan un postre delicioso, sencillo y con un toque especial, capaz de convertir cualquier momento cotidiano en una celebración.

Ingredientes de la receta
***Para el bizcocho:
Harina de trigo (refinada) 300 g (2 ½ cups)
Azúcar blanco 250 g (1 ¼ cups)
Polvo de hornear 10 g (2 tsp)
Bicarbonato de sodio 5 g (1 tsp)
Sal fina 2 g (½ tsp)
Mantequilla sin sal, ablandada 170 g (¾ cup)
Huevos (tamaño L) 4
Leche entera 120 ml (½ cup)
Puré de fresa (de fresas frescas) 200 ml (¾ cup + 1 tbsp)
Extracto de vainilla 5 ml (1 tsp)
Zumo de limón 15 ml (1 tbsp)
***Para la crema de fresa batida:
Nata para montar 500 ml (2 cups)
Azúcar glas 60 g (½ cup)
Queso crema, ablandado 150 g (⅔ cup)
Fresas frescas, finamente picadas 150 g (1 cup)
***Para decorar:
Fresas frescas, cortadas por la mitad 200 g (1 ½ cups)
La cantidad producida por la receta.
Número de porciones: 12 porciones
Instrucciones de preparación

Paso 1 – Preparar el puré de fresa:
Lava y quita los tallos de 300 g (2 cups) de fresas frescas. Tritúralas con una batidora hasta obtener un puré suave. Vierte el puré en una cacerola y cocina a fuego medio durante 10 a 12 minutos hasta reducirlo a la mitad. Deja enfriar completamente.

Paso 2 – Precalentar el horno y preparar los moldes:
Precalienta el horno a 175°C (350°F). Engrasa y enharina dos moldes redondos de 20 cm de diámetro (8 inch). Forra el fondo con papel para hornear.

Paso 3 – Preparar la masa del bizcocho:
En un bol grande, mezcla la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. En otro bol, bate la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa (3–4 minutos). Añade los huevos uno a uno. Agrega el extracto de vainilla, el zumo de limón, la leche y el puré de fresa enfriado.

Incorpora poco a poco los ingredientes secos a los húmedos y mezcla solo hasta integrar. No sobrebatir. La masa debe ser lisa y de un tono rosado claro.

Paso 4 – Hornear el bizcocho:
Divide la masa entre los moldes preparados. Hornea durante 30 a 35 minutos o hasta que un palillo salga limpio del centro. Deja enfriar en el molde durante 10 minutos, luego desmolda sobre una rejilla y enfría completamente.

Paso 5 – Preparar la crema de fresa:
En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave. Agrega el azúcar glas y mezcla bien. Incorpora poco a poco la nata fría y bate hasta obtener picos suaves. Incorpora las fresas picadas con movimientos envolventes.

Paso 6 – Montar la tarta:
Coloca una capa de bizcocho en un plato para servir. Cubre con la mitad de la crema de fresa. Coloca la segunda capa encima y cubre todo el pastel con el resto de la crema. Decora con las fresas cortadas.

Refrigera al menos 1 hora antes de servir.

Preparación
25 minutos
Cocinar / Hornear
35 minutos
Tiempo total
60 minutos

Secretos para potenciar el sabor y la textura de tu tarta de fresa

Ideas creativas, errores comunes y alternativas saludables para un postre inolvidable

La tarta de fresa casera es un postre clásico que ha conquistado generaciones con su equilibrio entre suavidad, dulzura y frescura. Sin embargo, incluso una receta tan popular puede elevarse a otro nivel si se realizan pequeñas modificaciones que transforman el resultado final. Desde cambiar ingredientes hasta ajustar técnicas de preparación, hay muchos factores que pueden influir en el sabor, la textura y la presentación de este dulce tan querido.

Intensificar el sabor natural de la fresa

Una de las formas más efectivas de mejorar el perfil aromático de la tarta es aumentar la concentración de fresas en la receta. En lugar de solo utilizar puré en la masa, se puede incorporar una capa de fresas frescas maceradas entre las capas del bizcocho. Para ello, basta con mezclar las fresas en rodajas con una cucharadita de azúcar y unas gotas de zumo de limón, dejándolas reposar unos minutos. Esta mezcla libera sus jugos naturales, intensificando tanto el sabor como la jugosidad del postre.

Otra alternativa deliciosa es usar fresas asadas al horno, con un toque de miel o azúcar moreno. Este método acentúa el dulzor y crea una nota ligeramente caramelizada que añade profundidad y complejidad al gusto general del pastel.

Enriquecer la textura y el contraste

La textura de una tarta es tan importante como su sabor. Si se desea un bizcocho aún más esponjoso y jugoso, se puede sustituir parte de la mantequilla por yogur griego natural o crema agria, lo que aporta humedad y suavidad. También puede agregarse harina de almendras o de avellanas a la masa para lograr una textura más rica y un sabor más cálido y delicado.

Para lograr una crema aún más cremosa, se puede incorporar mascarpone junto al queso crema. Este ingrediente le da mayor cuerpo y un acabado sedoso ideal para tartas que se sirven en eventos especiales.

Personalizar la decoración y la presentación

Una buena presentación transforma un postre casero en una verdadera obra de arte. Una forma de destacar tu tarta de fresa es presentarla como pastel de capas, con tres o más pisos finos de bizcocho alternados con crema y fresas frescas. Esto no solo mejora la estética sino también la distribución del sabor en cada porción.

La decoración también puede marcar la diferencia. Prueba con virutas de chocolate blanco, flores comestibles, hojas de menta fresca o incluso una cobertura de espejo hecha con gelatina de fresa para un acabado brillante y elegante.

Sustituciones saludables sin perder sabor

En la actualidad, muchas personas buscan opciones más saludables sin renunciar al placer de un buen postre. Para reducir la carga de azúcares simples, puedes reemplazar una parte del azúcar por azúcar de coco, jarabe de arce o eritritol, manteniendo el dulzor pero con menor índice glucémico.

Si prefieres una versión sin gluten, puedes usar mezclas de harinas sin gluten específicas para repostería, junto con un poco de almidón de maíz para mantener la suavidad del bizcocho. En lugar de nata de origen animal, puedes utilizar nata vegetal para montar, crema de coco o una base de tofu sedoso batido, que sorprende por su textura y sabor neutro.

Para quienes no consumen huevos, se puede sustituir cada huevo por una mezcla de semillas de lino molidas y agua (1 cucharada de lino + 3 cucharadas de agua), lo que también añade fibra y ácidos grasos omega 3.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

Aunque esta tarta es sencilla, existen errores comunes que pueden afectar el resultado final:

  • Sobremezclar la masa: produce una textura densa y poco esponjosa. Hay que mezclar solo hasta integrar los ingredientes.
  • No reducir bien el puré de fresa: puede provocar exceso de humedad, dificultando la cocción del bizcocho.
  • Montar mal la nata: si está poco fría o se bate demasiado, la crema se corta o pierde firmeza.
  • No dejar enfriar los bizcochos: al aplicar la crema sobre bizcochos tibios, esta se derrite y arruina la textura y la presentación.

Dedicar tiempo a que todos los componentes estén bien fríos antes del montaje es clave para obtener un acabado profesional.

Ventajas de preparar la tarta en casa

Más allá del placer culinario, preparar esta tarta en casa permite un control total sobre los ingredientes, lo que garantiza frescura, personalización y seguridad alimentaria. No hay conservantes, colorantes ni aditivos innecesarios. Además, se puede adaptar la receta a cada temporada o preferencia personal, añadiendo frutas del bosque, un toque cítrico o incluso especias como la canela o el cardamomo para una variante invernal.

El proceso de elaboración también puede convertirse en una experiencia familiar, una forma de celebrar una ocasión especial o simplemente un momento de conexión con los sabores naturales y auténticos.

Inspiraciones para versiones más creativas

  • Incorporar fresas rellenas de crema pastelera en el interior del bizcocho
  • Añadir pistachos picados para un contraste crocante
  • Sustituir el bizcocho tradicional por uno de chocolate blanco
  • Perfumar la crema con agua de rosas o licor de naranja
  • Decorar con frutas del bosque para una paleta de colores más amplia

Estas ideas no solo aportan originalidad, sino que permiten crear un postre único en cada ocasión, manteniendo siempre la esencia de la clásica tarta de fresa. Con creatividad y buenos ingredientes, cualquier receta tradicional puede convertirse en una obra maestra.

Tamaño de la porción
Valores nutricionales por porción
Calorias (kcal)
385
Carbohidrato (g)
45
Colesterol (mg)
90
Fibra (g)
2
Proteínas (g)
5
Sodio (mg)
180
Azúcar (g)
30
Grasa (g)
20
Grasa saturada (g)
12
Grasa insaturada (g)
7
Grasas trans (g)
0.3
Alérgenos

Alérgenos presentes:

  • Gluten (harina de trigo)
  • Huevos
  • Lácteos (mantequilla, nata, queso crema, leche)

Sustituciones para eliminar alérgenos y gluten:

  • Usar harina sin gluten para una versión apta para celíacos
  • Sustituir los huevos por linaza molida + agua (1 cucharada de linaza + 3 cucharadas de agua por huevo)
  • Usar crema vegetal, mantequilla y queso crema veganos como alternativas sin lácteos
Vitaminas y minerales

Vitaminas y minerales por porción:

  • Vitamina C: 18 mg – fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel
  • Vitamina A: 420 UI – esencial para la vista y el crecimiento celular
  • Calcio: 80 mg – ayuda a mantener huesos y dientes fuertes
  • Hierro: 1.2 mg – esencial para el transporte de oxígeno en la sangre
  • Potasio: 180 mg – regula la presión arterial y la función muscular
  • Magnesio: 15 mg – favorece el sistema nervioso y la relajación muscular
Contenido de antioxidantes

Contenido de antioxidantes por porción:

  • Antocianinas (de fresas): 30 mg – protegen las células del estrés oxidativo
  • Vitamina E: 1.5 mg – refuerza el sistema inmunológico y combate los radicales libres
  • Polifenoles: 45 mg – contribuyen a la salud cardiovascular y tienen efecto antiinflamatorio

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