Auténtico Pad Thai tailandés para 4 porciones, con 20 minutos de preparación, 15 minutos de cocción y listo en 35 minutos. Los fideos de arroz, las gambas, el pollo y el tofu se mezclan con una salsa de tamarindo, azúcar de palma y salsa de pescado, coronados con brotes de soja, cacahuetes y lima fresca. Este plato destaca por su equilibrio entre sabores dulces, salados, ácidos y picantes. Puede conservarse 2 días en refrigeración o hasta 2 meses en congelación y recalentarse fácilmente a 150 °C durante 8–10 minutos.

La esencia del auténtico Pad Thai tailandés
Un equilibrio perfecto de sabores y texturas
El Pad Thai es uno de los platos más reconocidos de la gastronomía tailandesa y un verdadero símbolo de su cultura culinaria. Combina fideos de arroz salteados, verduras frescas, proteína como gambas, pollo o tofu, y una salsa característica elaborada con tamarindo, azúcar de palma y salsa de pescado. El resultado es una mezcla armónica de sabores dulces, salados, ácidos y picantes, acompañados del crujido de los cacahuetes y el frescor del limón verde. Es un plato completo que destaca tanto por su sencillez como por su riqueza sensorial.
Origen e historia del Pad Thai
Aunque muchos lo asocian con tradiciones ancestrales, el Pad Thai surgió en la década de 1930 como parte de un movimiento nacional para promover el consumo de fideos de arroz en Tailandia. Rápidamente se convirtió en un estandarte de la comida callejera de Bangkok, accesible, nutritiva y adaptable a diferentes gustos. Hoy en día, se ha consolidado como una de las recetas tailandesas más populares en todo el mundo, presente tanto en mercados nocturnos como en restaurantes de alta cocina.
Por qué este plato sigue conquistando
- Equilibrio de sabores: dulce, ácido, salado y picante en cada bocado.
- Versatilidad: se adapta fácilmente con mariscos, pollo, tofu o solo vegetales.
- Rapidez en la cocina: un plato completo en menos de 30 minutos.
- Contraste de texturas: fideos suaves, brotes frescos y frutos secos crujientes.
- Reconocimiento global: presente en menús de todo el mundo.
Componentes clave del Pad Thai
- Fideos de arroz que absorben la salsa y mantienen firmeza.
- Tamarindo que aporta una acidez única y fresca.
- Azúcar de palma que redondea el sabor con dulzor natural.
- Salsa de pescado o soja que proporciona profundidad y umami.
- Cacahuetes que añaden textura crocante y aroma tostado.
- Limón verde que equilibra y refresca el conjunto.
Conservación y preparación con antelación
- A temperatura ambiente: máximo 2 horas.
- En refrigeración: hasta 2 días en un recipiente hermético.
- Congelación: hasta 2 meses, preferiblemente separando salsa y fideos.
- Recalentado: en sartén a fuego medio o en horno a 150 °C durante 8–10 minutos.
Variaciones creativas
- Pad Thai picante con más chiles frescos o copos de guindilla.
- Pad Thai vegetariano reemplazando la salsa de pescado por soja y usando tofu.
- Pad Thai de mariscos con gambas, calamares y mejillones.
- Versión sin frutos secos sustituyendo cacahuetes por semillas de sésamo o calabaza.
- Con hierbas frescas como cilantro, albahaca tailandesa o menta para un toque aromático.
Razones para cocinarlo en casa
- Fácil de adaptar a los gustos personales.
- Preparación simple y rápida con ingredientes accesibles.
- Un plato completo en una sola sartén.
- Ideal tanto para cenas informales como para ocasiones especiales.
- Permite disfrutar del auténtico sabor tailandés sin salir de casa.
Más que unos fideos salteados
El Pad Thai tailandés representa mucho más que una receta: es un reflejo de la identidad gastronómica de Tailandia y una muestra de cómo la tradición puede evolucionar y adaptarse al mundo moderno. Su preparación rápida, su trasfondo cultural y su capacidad de innovación lo convierten en un clásico imprescindible que sigue conquistando paladares en todo el mundo.
- Remojar los fideos de arroz en agua tibia durante 20–25 minutos hasta que estén flexibles, luego escurrir.
- Calentar el aceite vegetal en un wok o sartén grande a fuego medio-alto.
- Añadir el ajo y saltear durante 30 segundos hasta que desprenda aroma.
- Incorporar el pollo y las gambas, cocinar hasta que estén listos, luego añadir el tofu.
- Empujar los ingredientes a un lado, romper los huevos en el wok, revolver ligeramente y mezclar con el resto.
- Añadir los fideos escurridos, la pasta de tamarindo, el azúcar de palma, la salsa de pescado y la salsa de soja. Saltear hasta que los fideos estén tiernos y bien cubiertos.
- Agregar los brotes de soja y las cebolletas, remover rápidamente para que queden crujientes.
- Retirar del fuego, rociar con jugo de lima, espolvorear con cacahuetes y copos de chile.
- Servir de inmediato, adornado con gajos de lima y hierbas frescas si se desea.
FAQ question¿Qué hace auténtica a la salsa de Pad Thai?
La salsa de Pad Thai parte de un equilibrio entre pasta de tamarindo (acidez), azúcar de palma (dulzor caramelizado) y salsa de pescado (salinidad y umami). Un toque de salsa de soja aporta color y profundidad, y el limón verde eleva el conjunto. La clave es probar: ligeramente ácido primero, luego dulce y por último salado, para que la salsa nappe los fideos de arroz sin quedar espesa.
FAQ question¿Cómo evito que los fideos de arroz queden blandos o se peguen?
No los hiervas: hidrátalos en agua templada hasta que estén flexibles y escúrrelos bien. Saltea a alta temperatura, en pequeños lotes y moviendo constantemente. Agrega solo la salsa necesaria para cubrir y no para inundar. Un chorrito de aceite sobre los fideos antes del wok ayuda a reducir la adherencia.
FAQ question¿Puedo hacer Pad Thai sin salsa de pescado (versión sin gluten o vegana)?
Sí. Para una versión vegana, sustituye la salsa de pescado por tamari o aminos de coco y refuerza el umami con un poco de condimento de setas o miso. Para una versión sin gluten, utiliza tamari certificado y confirma que todos los ingredientes (incluida la salsa) sean aptos. Mantén tamarindo y azúcar de palma para conservar el perfil dulce-ácido característico.
FAQ question¿Qué proteína funciona mejor y cuándo debo añadirla?
Clásicamente gambas, muslo de pollo (más jugoso) y tofu firme. Dora primero la proteína a fuego alto, retírala, saltea fideos + salsa y reincorpórala al final junto con brotes de soja y cebolleta para preservar jugosidad y crujiente. Al tofu le favorece prensarlo y dorar sus caras antes de mezclar.
FAQ question¿Necesito un wok o sirve una sartén?
Un wok de acero al carbono facilita el salteado rápido y ese toque de wok hei. Una sartén pesada también sirve si está muy bien precalentada. Lo esencial no es el utensilio, sino alta temperatura, superficie seca y velocidad.
FAQ question¿Qué guarniciones y añadidos son imprescindibles para el acabado?
Indispensables: cacahuetes triturados, gajos de lima, brotes de soja crujientes, cebolleta y copos de chile para modular el picante. Opcionales muy apreciados: rábano encurtido y gamba seca para más umami. El objetivo del acabado es aportar crujiente, frescura y acidez que equilibren la salsa.
FAQ question¿Cuánto dura y cómo se recalienta correctamente?
Mejor recién hecho, pero aguanta hasta 2 días en refrigeración en recipiente hermético. Para más tiempo, congela hasta 2 meses (idealmente salsa y fideos por separado; añade hierbas y brotes tras recalentar). Para servir de nuevo, usa sartén muy caliente con una cucharada de agua para soltar la salsa, o horno a 150 °C durante 8–10 minutos, hasta que los fideos estén otra vez brillantes y bien calientes.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional. He trabajado muchas veces con platos salteados asiáticos, y el Pad Thai es uno de los que más disfruto preparar. Con los años he perfeccionado la mezcla de tamarindo, azúcar de palma y salsa de pescado para conseguir un sabor auténtico y al mismo tiempo fácil de reproducir en cualquier cocina casera.
Auténtico Pad Thai tailandés reúne lo mejor de la gastronomía asiática en un solo plato, combinando fideos de arroz, pasta de tamarindo, azúcar de palma y salsa de pescado, acompañados de gambas, pollo, tofu y el frescor de los brotes de soja y la lima. La mezcla de sabores dulces, salados, ácidos y picantes lo convierte en una experiencia completa y equilibrada.
Su historia está ligada a la identidad culinaria de Tailandia, donde se consolidó como símbolo de la comida callejera en Bangkok y se convirtió en un emblema cultural reconocido en todo el mundo. Prepararlo en casa es una forma de acercarse a esa tradición y disfrutar de un sabor que ha trascendido fronteras.
La gran virtud del Pad Thai es su versatilidad: puede adaptarse a diferentes preferencias, con más picante, con variedad de mariscos, en versión vegetariana o incluso sin frutos secos. Esta flexibilidad lo mantiene vigente y atractivo para cualquier ocasión, desde cenas informales hasta celebraciones.
Además, su practicidad lo hace aún más especial. Puede conservarse hasta 2 días en refrigeración o 2 meses en congelación, y al recalentarlo mantiene intacto su equilibrio de sabores y texturas. Es un plato que une tradición, comodidad y autenticidad, ofreciendo siempre una experiencia única alrededor de la mesa.
Alérgenos presentes en la receta:
- Cacahuetes
- Soja
- Salsa de pescado (pescado)
- Huevos
- Gluten (si la salsa de soja no es sin gluten)
Consejos para sustituir ingredientes y evitar alérgenos y gluten:
- Sustituir cacahuetes por semillas de calabaza o girasol tostadas.
- Sustituir la salsa de pescado por salsa de soja sin gluten o aminos de coco.
- Usar tamari certificado sin gluten en lugar de salsa de soja común.
- Omitir los huevos y añadir más tofu o verduras para una versión sin huevo.
- Vitamina A: 320 µg – favorece la visión y el sistema inmunitario.
- Vitamina C: 18 mg – fortalece defensas y ayuda a la producción de colágeno.
- Vitamina K: 45 µg – importante para huesos y coagulación sanguínea.
- Folato (B9): 60 µg – esencial para el crecimiento celular y la síntesis de ADN.
- Calcio: 90 mg – necesario para huesos y dientes.
- Hierro: 3.2 mg – ayuda en la formación de glóbulos rojos.
- Magnesio: 45 mg – regula la función muscular y nerviosa.
- Potasio: 410 mg – clave para la salud cardíaca y el equilibrio de líquidos.
- Licopeno (del chile) 1.2 mg – reduce el estrés oxidativo y protege el corazón.
- Flavonoides (de los cacahuetes y brotes de soja) 20 mg – acción antiinflamatoria y protectora contra enfermedades crónicas.
- Vitamina E (del aceite vegetal y cacahuetes) 2.5 mg – protege las células del daño.
- Beta-caroteno (de las cebolletas) 1.1 mg – favorece la salud de la piel y la vista.