4 porciones, preparación 10 min, cocción 20 min, total 30 min. La masa para crepas hecha con harina, leche, huevos y mantequilla da como resultado crepas finas, flexibles y doradas, ideales tanto para rellenos dulces como salados. Su textura suave y elástica permite doblarlas o enrollarlas sin romperse. Se conserva hasta 2 días a temperatura ambiente o 2 meses en congelador, y al recalentarlas a 150 °C durante 8–10 minutos mantienen su suavidad y flexibilidad.

Una base perfecta para preparar crepas doradas y suaves
El equilibrio entre tradición y versatilidad
La masa para crepas es una de las preparaciones más apreciadas en la cocina porque transforma ingredientes cotidianos en crepas finas y suaves, con bordes ligeramente dorados y un centro flexible que se adapta a cualquier relleno. Al combinar harina, leche, huevos y mantequilla en las proporciones adecuadas, se obtiene una mezcla homogénea y sedosa que asegura un resultado uniforme en cada cocción. Esta base simple pero precisa es la clave para lograr crepas que se doblan y enrollan sin romperse, listas para versiones dulces o saladas.
Historia y origen culinario
Las crêpes tienen un fuerte vínculo con la tradición gastronómica francesa, donde representan hospitalidad y abundancia, especialmente durante la festividad de la Candelaria. Sin embargo, su popularidad se extendió por toda Europa y América Latina, encontrando variantes como las palatschinken en Austria o las palačinky en Europa Central. En cada cultura, la idea es la misma: una masa ligera y fluida cocida en capas finas que se adapta a los ingredientes locales y a diferentes estilos de cocina.
Por qué esta masa destaca
- Fácil y rápida de preparar con productos básicos
- Textura ligera y flexible que no se rompe
- Compatible con rellenos dulces o salados
- Puede hacerse con antelación y conservarse sin problemas
- Adecuada para desayunos, postres o comidas principales
Elementos esenciales de la masa
- La harina aporta estructura y firmeza para que las crepas mantengan su forma.
- La leche proporciona suavidad y crea una mezcla ligera y homogénea.
- Los huevos unen los ingredientes y añaden elasticidad a la masa.
- La mantequilla o el aceite enriquecen el sabor y ayudan a lograr un color dorado uniforme.
- Una pizca de sal intensifica el sabor, mientras que un poco de azúcar resalta las versiones dulces.
Variantes creativas para explorar
- Perfumar con vainilla o ralladura de cítricos para postres delicados.
- Incorporar hierbas frescas, ajo o queso en la masa para versiones saladas.
- Sustituir parte de la harina por trigo sarraceno o espelta para un estilo más rústico.
- Añadir purés vegetales como espinacas o remolacha para dar color natural a las crepas.
- Infusionar la leche con canela o cardamomo para un toque aromático especial.
Conservación y preparación con antelación
- A temperatura ambiente: hasta 2 días en un recipiente hermético
- En congelador: hasta 2 meses en bolsas o recipientes aptos para congelar
- Recalentado: crepas cocidas a 150 °C durante 8–10 minutos para recuperar su flexibilidad
Inspiraciones para el servicio
Las crepas son una base neutra que se puede adaptar a cualquier ocasión:
- Rellenas de mermelada, chocolate o frutas frescas para un capricho dulce
- Con espinacas, champiñones y queso como plato principal
- Dispuestas en capas con crema y frutos rojos para un pastel de crepas festivo
- Combinadas con salmón ahumado y queso crema en un brunch elegante
- Espolvoreadas con azúcar y caramelizadas con mantequilla para un placer inmediato
Una preparación entre lo clásico y lo moderno
Más que una receta, la masa para crepas es un símbolo de tradición compartida y creatividad culinaria. Su sencillez permite que atraviese generaciones y culturas, mientras que su versatilidad la mantiene vigente en la cocina contemporánea. Desde un desayuno familiar hasta una cena sofisticada, esta masa siempre ofrece un resultado confiable y delicioso.
- En un bol grande, mezclar la harina, el azúcar y la sal.
- Incorporar los huevos y batir suavemente.
- Verter la leche poco a poco mientras se bate continuamente hasta lograr una masa suave y sin grumos.
- Añadir la mantequilla derretida y dejar reposar la masa durante 20–30 minutos a temperatura ambiente.
- Calentar una sartén antiadherente a fuego medio y engrasar ligeramente con mantequilla o aceite.
- Verter un cucharón pequeño de masa en la sartén y girarla para que se distribuya en una capa fina y uniforme.
- Cocinar 1–2 minutos hasta que los bordes estén dorados, luego voltear y cocinar el otro lado por aproximadamente 1 minuto.
- Repetir con el resto de la masa y apilar las crepas en un plato caliente.
FAQ question¿Cuál es la diferencia entre la masa para crepas y la masa para pancakes?
La masa para crepas es más líquida y no lleva levadura, lo que da como resultado crepas finas y flexibles, a diferencia de los pancakes que son más gruesos y esponjosos.
FAQ question¿Es necesario dejar reposar la masa antes de cocinarla?
Sí, dejarla reposar al menos 20–30 minutos permite que la harina absorba el líquido y que el gluten se relaje, logrando crepas más suaves y fáciles de cocinar.
FAQ question¿Se puede preparar la masa con anticipación?
Por supuesto. Puede guardarse en el refrigerador hasta 2 días o congelarse hasta 2 meses. Antes de usarla conviene mezclarla suavemente de nuevo.
FAQ question¿Por qué se me rompen las crepas al voltearlas?
Esto ocurre si la masa está demasiado líquida o la sartén no está lo suficientemente caliente. Es clave tener una consistencia adecuada y usar una sartén bien calentada y ligeramente engrasada.
FAQ question¿Qué rellenos combinan mejor con las crepas?
Las crepas son muy versátiles: en dulce con Nutella, frutas frescas o crema batida, y en salado con queso, jamón, espinacas o champiñones.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia, especializado en cocina europea e internacional. Para esta masa para crepas he perfeccionado las proporciones para lograr una mezcla suave y homogénea, que se transforma en crepas finas, flexibles y doradas listas para cualquier relleno.
La masa para crepas conquista por su sencillez y resultados. Con la mezcla equilibrada de harina, leche, huevos y mantequilla, se obtiene una preparación ligera que al cocinarse se convierte en crepas finas y doradas, suaves en el centro y con bordes delicadamente crujientes. Esta combinación de texturas las hace irresistibles y perfectas para cualquier ocasión.
Las crepas han trascendido fronteras y culturas. En dulce con mermelada, chocolate o frutas frescas, o en salado con queso, espinacas o jamón, siempre ofrecen una experiencia versátil que se adapta a cada gusto. Su flexibilidad hace que puedan servirse en un desayuno casual, como postre festivo o incluso como plato principal.
La practicidad también las hace especiales. La masa puede prepararse con antelación, conservarse fácilmente y recalentarse sin perder su suavidad ni elasticidad. Esto las convierte en una opción práctica y siempre disponible para un momento rápido y delicioso.
Cada crepa refleja una unión entre tradición y creatividad, evocando recuerdos familiares mientras permite innovar con nuevos sabores. Esta dualidad asegura que sigan siendo un clásico atemporal que encanta en cualquier mesa.
Alérgenos presentes en la receta:
- Gluten (de la harina)
- Huevos
- Lácteos (leche, mantequilla)
Consejos para sustituir alérgenos y gluten:
- Sustituir la harina de trigo por una mezcla sin gluten (arroz, maíz o trigo sarraceno).
- Cambiar la leche por bebidas vegetales como almendra o avena.
- Reemplazar la mantequilla con aceite vegetal neutro o margarina sin lácteos.
- Sustituir los huevos con gel de linaza o chía (1 cda de semillas molidas + 3 cdas de agua por cada huevo).
- Vitamina A: 120 µg – apoya la visión y la salud de la piel
- Vitamina B2 (Riboflavina): 0,2 mg – contribuye al metabolismo energético
- Vitamina D: 0,9 µg – esencial para huesos y sistema inmunológico
- Calcio: 90 mg – fortalece huesos y dientes
- Hierro: 1 mg – ayuda al transporte de oxígeno en la sangre
- Magnesio: 18 mg – favorece la función muscular y nerviosa
- Potasio: 150 mg – regula el equilibrio de líquidos y la función cardíaca
- Fósforo: 95 mg – interviene en la salud ósea y el metabolismo celular
- Selenio: 11 µg – protege las células del estrés oxidativo
- Luteína: 50 µg – contribuye a la salud ocular
- Beta-caroteno: 60 µg – fortalece el sistema inmunológico
- Vitamina E: 0,3 mg – ayuda a neutralizar los radicales libres