Suaves ñoquis de calabaza y salvia con salsa de mantequilla dorada para 4 porciones, listos en 30 minutos de preparación y 20 minutos de cocción, ofreciendo una comida completa en 50 minutos. La mezcla de puré de calabaza, queso ricotta, salvia fresca y mantequilla dorada crea un equilibrio entre dulzura, aroma y textura cremosa. Los ñoquis se pueden refrigerar o congelar sin perder su suavidad, lo que los convierte en una opción ideal para una cena reconfortante o una comida elegante de otoño.

Delicia otoñal: ñoquis de calabaza con salvia y mantequilla dorada
Un plato reconfortante que combina suavidad, aroma y sabor tostado
Los ñoquis de calabaza con salvia y mantequilla dorada son una celebración del otoño en cada bocado. La dulzura natural de la calabaza, el perfume terroso de la salvia fresca y el sabor profundo del beurre noisette crean una experiencia equilibrada entre suavidad y carácter. El secreto está en la textura: ñoquis ligeros y esponjosos que se funden con una salsa de mantequilla dorada que envuelve el plato con una capa brillante y aromática.
La calabaza aporta color, cremosidad y un toque dulce que contrasta con el salado del queso parmesano, mientras que la mantequilla desarrolla un sabor a nuez irresistible. Un toque de nuez moscada y pimienta negra intensifica los matices cálidos, haciendo de este plato un clásico sofisticado que resulta sencillo de preparar y elegante a la vez.
Origen y tradición
Los ñoquis de calabaza tienen su origen en el norte de Italia, en regiones como Lombardía y Véneto, donde el otoño se celebra con recetas de ingredientes de temporada. Allí, el puré de calabaza reemplazó parte de la patata en las recetas tradicionales, dando como resultado una masa más suave y aromática. La combinación de mantequilla dorada y salvia —conocida en Italia como burro e salvia— es un emblema de la cocina casera italiana, donde lo simple se transforma en algo excepcional gracias al cuidado y a los ingredientes frescos.
Por qué te encantará esta receta
- Aromas otoñales con notas de mantequilla tostada y salvia crujiente.
- Textura ligera y cremosa, perfecta para disfrutar con vino blanco o tinto suave.
- Ingredientes sencillos y naturales, al alcance de todos.
- Versátil y elegante, ideal para cenas familiares o eventos especiales.
- Fácil de preparar y aún más deliciosa al día siguiente.
Cómo los ingredientes crean equilibrio
Cada elemento cumple su papel en el resultado final:
- Calabaza: base cremosa y dulce que da color y suavidad.
- Salvia: toque herbal y fragante que realza la mantequilla.
- Mantequilla dorada: sabor a nuez y aroma profundo que aporta calidez.
- Parmesano: equilibrio salado que contrasta con la dulzura de la calabaza.
- Nuez moscada: acento aromático que une todos los sabores.
El papel del puré de calabaza
La clave de un resultado perfecto está en un puré de calabaza espeso y sedoso. Si contiene demasiada agua, los ñoquis pueden volverse blandos o pesados. Lo ideal es asar la calabaza y dejar que pierda humedad antes de hacer el puré.
También está disponible la receta completa para preparar puré de calabaza casero:
Puré de calabaza casero: receta fácil para hacer puré de calabaza
Textura, aroma y presentación
El equilibrio entre lo tierno y lo crujiente define la calidad del plato. Los ñoquis se cuecen hasta que flotan en el agua, señal de que están listos, y luego se saltean suavemente en la mantequilla dorada con salvia. La superficie se dora ligeramente, y la salsa adquiere un aroma tostado y envolvente. Servidos con queso parmesano rallado y hojas de salvia fritas, se transforman en un festín visual y gustativo.
Conservación y preparación anticipada
Los ñoquis caseros pueden prepararse con antelación. Una vez formados, pueden guardarse en el refrigerador durante 24 horas o congelarse en una bandeja antes de pasarlos a una bolsa hermética. La salsa de mantequilla dorada también se puede hacer previamente y recalentar suavemente al momento de servir, manteniendo su textura sedosa.
Variaciones creativas
- Añade nueces tostadas o avellanas para un toque crujiente.
- Combínalos con setas salteadas o cebolla caramelizada.
- Incorpora una cucharada de mascarpone para un acabado más cremoso.
- Agrega unas gotas de miel o una reducción de vinagre balsámico para un matiz dulce y ácido.
Armonía sensorial y equilibrio
El éxito de los ñoquis de calabaza con salvia y mantequilla dorada está en la sencillez. El plato equilibra dulzura, aroma y textura con una elegancia natural. Cada bocado transmite calidez y calma, evocando el espíritu acogedor de la cocina italiana.
La esencia del otoño en un plato
Cada ingrediente tiene un propósito: calabaza, salvia, mantequilla y parmesano se unen para crear un plato que combina sabor, tradición y emoción. Es la representación perfecta de cómo la cocina artesanal y estacional puede transformar lo cotidiano en algo memorable, ofreciendo una experiencia que invita a disfrutar de lo auténtico, lo cálido y lo hecho con amor.
- Preparar la masa
En un bol grande, combinar el puré de calabaza, la ricotta, el huevo, la sal, la nuez moscada y el queso parmesano rallado. Añadir la harina poco a poco, mezclando suavemente hasta obtener una masa blanda y ligeramente pegajosa. No amasar demasiado para mantener los ñoquis ligeros y tiernos. - Formar los ñoquis
Espolvorear harina sobre la superficie de trabajo y dividir la masa en porciones más pequeñas. Formar cilindros de unos 2 cm (¾ inch) de grosor y cortarlos en trozos de 2 cm (¾ inch). Si se desea, presionar ligeramente con un tenedor para formar las marcas características. - Cocer los ñoquis
Llevar a ebullición una olla grande con agua y sal marina. Cocinar los ñoquis en tandas; estarán listos cuando floten en la superficie (aproximadamente 2–3 minutos). Retirarlos con una espumadera y colocarlos en un plato. - Preparar la salsa de mantequilla dorada
En una sartén grande, derretir la mantequilla sin sal a fuego medio. Añadir las hojas de salvia y cocinar hasta que la mantequilla adquiera un color dorado avellana y desprenda un aroma a nuez. Remover de vez en cuando para evitar que se queme. - Combinar y servir
Incorporar los ñoquis cocidos directamente a la sartén con la mantequilla dorada y la salvia. Mezclar con cuidado durante 1–2 minutos para que se impregnen bien de la salsa. Sazonar con pimienta negra y ajustar la sal si es necesario. - Presentación
Servir inmediatamente, espolvoreando con queso parmesano rallado (para decorar). Añadir algunas hojas de salvia crujientes (para decoración) para un acabado elegante.
FAQ question¿Puedo usar puré de calabaza enlatado?
Sí—un puré de calabaza 100 % funciona muy bien. Asegúrate de que no sea pumpkin pie filling (lleva azúcar y especias). Para una textura más firme, elimina humedad: extiende el puré sobre papel absorbente o sécalo 3–5 min a fuego medio en una sartén. Un puré más espeso necesita menos harina y deja ñoquis más suaves y esponjosos.
FAQ question¿Cómo evitar ñoquis pesados o gomosos?
Trabaja la masa lo mínimo y dosifica la harina; debe quedar suave y ligeramente pegajosa. Si está floja, refrigérala 15–20 min antes de formar. Cuece en suave hervor (no ebullición fuerte) y retira cuando floten. Para el acabado perfecto, saltea brevemente en mantequilla dorada, logrando corteza fina y centro tierno.
FAQ question¿Cuál es la forma más segura de dorar la mantequilla?
Usa una sartén clara, funde a fuego medio y remueve hasta ver puntos marrones y oler aroma a nuez. Retira del fuego de inmediato y añade salvia: se fríe ligeramente, perfuma la salsa y detiene el dorado. Si se pasó, una gota de limón o cucharada de agua reduce el amargor.
FAQ question¿Se pueden adelantar o congelar los ñoquis?
Sí. Forma los ñoquis y refrigera en bandeja enharinada hasta 24 h, o congélalos en una sola capa y luego embolsa. Cocina sin descongelar, sumando 30–60 s. El beurre noisette puede hacerse 2–3 días antes y recalentarse suave; añade un chorrito de agua para re-emulsionar si se separa.
FAQ question¿Cómo adaptarlos sin gluten o sin lácteos?
Sin gluten: emplea mezcla GF 1:1 o fécula de patata + un poco de harina de arroz, agregando solo lo necesario para que la masa sostenga la forma. Sin lácteos: usa mantequilla vegetal y ricotta vegetal; termina con levadura nutricional en lugar de parmesano. En ambos casos, conserva una masa blanda y evita trabajarla de más para mantener la ligereza.
FAQ question¿Con qué acompañar los ñoquis de calabaza y salvia?
Van genial con setas salteadas, espinacas salteadas o panceta crujiente. Una ensalada de rúcula con limón aporta frescor, mientras avellanas o semillas de calabaza tostadas dan crujiente. Para proteína: salchicha italiana, muslos de pollo a la plancha o alubias blancas mantecosas. Corona con parmesano recién rallado y salvia crujiente para un conjunto equilibrado y aromático.
La experiencia trabajando con ingredientes de temporada siempre trae inspiración, especialmente cuando se combinan sabores como calabaza, mantequilla dorada y salvia fresca. Estos elementos se equilibran de forma natural y transforman una receta sencilla en algo cálido y memorable. Preparar ñoquis caseros requiere atención al detalle: una masa suave, un toque aromático y la cocción justa para lograr esa textura esponjosa que se funde con la salsa. El instante en que la mantequilla se vuelve dorada y desprende su aroma a nuez es el punto mágico que define todo el plato.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia en cocina y repostería, especializado en gastronomía europea e internacional.
Los ñoquis de calabaza y salvia con mantequilla dorada representan la esencia del otoño: cálidos, suaves y llenos de aroma. La combinación del dulzor natural de la calabaza, el toque herbal de la salvia fresca y el sabor tostado de la mantequilla dorada crea una armonía perfecta que reconforta desde el primer bocado. Cada elemento se complementa con equilibrio, logrando un plato elegante y al mismo tiempo sencillo.
El encanto de esta receta reside en cómo ingredientes tan comunes se transforman en una experiencia completa. La calabaza aporta color y suavidad, la mantequilla revela sus notas de nuez al dorarse, y la salvia añade una fragancia inconfundible. Juntos forman un sabor que evoca calidez, hogar y tradición, con la delicadeza típica de la cocina artesanal italiana.
Preparar ñoquis caseros es una tarea de paciencia y cuidado, donde el tacto y la intuición juegan un papel importante. El momento en que la mantequilla empieza a dorarse y perfuma la cocina con su aroma es el punto que marca el éxito del plato. Ver cómo los ñoquis se doran ligeramente y se cubren con la salsa brillante convierte la preparación en un pequeño ritual de disfrute.
Servidos como plato principal o como acompañamiento refinado, los ñoquis de calabaza y salvia son una celebración de los sabores de temporada. Su equilibrio entre lo dulce, lo salado y lo aromático invita a disfrutar lentamente, recordando que la verdadera cocina nace de la simplicidad, la dedicación y el amor por los ingredientes.
Alérgenos presentes en la receta
- Gluten (harina de trigo)
- Huevo
- Lácteos (ricotta, parmesano, mantequilla)
Consejos para sustituir ingredientes y eliminar alérgenos
- Sustituir la harina de trigo por una mezcla sin gluten o fécula de patata para una versión sin gluten.
- Cambiar la mantequilla por mantequilla vegetal y la ricotta por una alternativa vegana a base de soja u avena para una opción sin lácteos.
- Reemplazar el huevo por una mezcla de linaza molida y agua (1 cucharada de linaza + 3 cucharadas de agua) para hacerlo sin huevo.
- Vitamina A: 5200 µg – favorece la vista y fortalece el sistema inmunológico.
- Vitamina K: 28 µg – ayuda a mantener la salud ósea y la coagulación.
- Vitamina E: 2.1 mg – protege las células del estrés oxidativo.
- Calcio: 230 mg – fortalece huesos y dientes.
- Hierro: 2.7 mg – contribuye a la formación de glóbulos rojos.
- Magnesio: 42 mg – apoya el sistema nervioso y muscular.
- Potasio: 620 mg – regula el equilibrio de líquidos y la función cardíaca.
- Betacarotenos: 4800 µg – se convierten en vitamina A y benefician la piel.
- Polifenoles: 85 mg – promueven la salud cardiovascular.
- Luteína: 220 µg – protege la retina y mejora la visión.
- Zeaxantina: 170 µg – reduce el daño oxidativo ocular y mejora la claridad visual.





