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Puré cremoso de espinacas: una guarnición que impresiona

El puré cremoso de espinacas es una guarnición que destaca por su exquisita textura suave y su sabor delicado, una combinación perfecta de elegancia y nutrición que embellece cualquier plato. La vibrante tonalidad verde de las espinacas frescas, mezclada con la cremosidad de la nata y un toque sutil de ajo, logra un resultado que no solo es visualmente atractivo, sino también un deleite al paladar. Este puré es una guarnición versátil que añade un toque sofisticado y lleno de sabor, ideal para acompañar tanto platos de carne y pescado como opciones vegetarianas.

La Guarnición Perfecta para Realzar Cualquier Plato

Gracias a su versatilidad, el puré cremoso de espinacas complementa una amplia variedad de platos principales. Su textura suave y cremosa es ideal para contrastar con la corteza crujiente de carnes asadas o filetes a la parrilla, realzando los sabores con cada bocado. Este puré también es un excelente acompañamiento para platos de pescado al horno o a la plancha, proporcionando un equilibrio de frescura que realza la suavidad del pescado. Para aquellos que prefieren opciones vegetarianas, el puré de espinacas es una guarnición deliciosa junto a verduras asadas o platos de legumbres, como el garbanzo o la lenteja, transformando una comida simple en una experiencia gastronómica memorable.

Beneficios Nutricionales y Efectos en la Salud

El puré cremoso de espinacas ofrece una dosis considerable de vitaminas y minerales esenciales que son cruciales para el buen funcionamiento del organismo. La espinaca, siendo uno de los vegetales más ricos en nutrientes, contiene altos niveles de vitamina A, vitamina K, vitamina C, ácido fólico e hierro, entre otros minerales, que aportan beneficios para el sistema inmunológico, la salud ósea, la piel y el sistema circulatorio.

  • Vitamina A: La espinaca es una excelente fuente de betacarotenos, los cuales se convierten en vitamina A en el cuerpo, apoyando la salud ocular y fortaleciendo el sistema inmunológico. Este antioxidante protege las células y contribuye a la regeneración de la piel.
  • Vitamina K: La espinaca es rica en vitamina K, esencial para la salud ósea y el correcto funcionamiento de la coagulación sanguínea. La vitamina K mejora la absorción de calcio, fortaleciendo la estructura ósea y ayudando a reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas.
  • Vitamina C: Este potente antioxidante no solo refuerza las defensas del cuerpo, sino que también es vital para la síntesis de colágeno, beneficiando la salud de la piel, articulaciones y huesos. La vitamina C, al estar presente en la espinaca, potencia la absorción de hierro, mejorando su biodisponibilidad en el organismo.
  • Ácido Fólico (Vitamina B9): Este nutriente es fundamental para la producción de células nuevas y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Además, es vital para las mujeres en edad fértil, ya que contribuye al desarrollo fetal saludable y previene defectos de nacimiento.
  • Hierro: El hierro presente en la espinaca es esencial para la producción de hemoglobina, que transporta oxígeno en la sangre. La combinación con vitamina C ayuda a mejorar la absorción de este mineral, ayudando a prevenir problemas como la anemia.
  • Magnesio: La espinaca contiene magnesio, que es esencial para la función muscular y el metabolismo energético. Este mineral también contribuye a la regulación de la presión arterial y la salud cardiovascular.

Preparación con Anticipación y Consejos para su Almacenamiento

Una de las ventajas del puré cremoso de espinacas es que puede prepararse con anticipación, lo que es particularmente útil para planificar cenas o eventos especiales. Este puré se puede preparar hasta dos días antes de servirlo. Para almacenar, es importante dejarlo enfriar a temperatura ambiente antes de transferirlo a un recipiente hermético en el refrigerador. Al momento de calentarlo, es ideal hacerlo a fuego bajo en la estufa, revolviendo suavemente para evitar que la grasa se separe y se mantenga la textura cremosa. Si se desea, se puede añadir un poco de nata al recalentarlo, lo que realzará su suavidad.

Para presentarlo, lo mejor es servir el puré en un bol pequeño y caliente o como guarnición en un plato principal. Para darle un toque especial, se puede decorar con algunas hojas frescas de espinaca o con un chorrito de aceite de oliva extra virgen, lo cual realza su color y añade un leve matiz de frescura. También, para quienes buscan una textura contrastante, el puré se puede decorar con piñones tostados o chalotas crujientes, añadiendo un elemento crujiente que complementa perfectamente la suavidad del puré.

Frecuencia Recomendada en el Menú

El puré cremoso de espinacas es una guarnición altamente nutritiva que se puede incorporar en la dieta dos a tres veces por semana. Sus aportes de vitamina K y calcio lo convierten en un excelente aliado para la salud ósea y el sistema inmunológico. Gracias a la combinación de espinaca y grasas saludables de la nata y la mantequilla, esta guarnición proporciona un balance perfecto entre nutrición y sabor, sin exceso de calorías.

Para personas que limitan la ingesta de grasas saturadas, es recomendable equilibrar este puré con otras opciones bajas en grasa en el menú diario. Su consumo regular puede fortalecer la estructura ósea, mejorar la circulación y brindar beneficios antioxidantes, contribuyendo a una salud óptima.

Consejos Generales para este Receta

1. Usar ingredientes frescos para una mayor riqueza nutricional: Para maximizar los beneficios del puré, es preferible utilizar espinacas frescas, ya que mantienen un mayor nivel de nutrientes en comparación con las congeladas. Igualmente, el ajo fresco y la nuez moscada añaden un sabor más potente y propiedades antioxidantes.

2. Sustituciones para evitar alérgenos: Para quienes no toleran los lácteos, se puede sustituir la nata y la mantequilla por alternativas como la nata de coco o aceite de oliva, manteniendo la cremosidad y el sabor, y adaptando la receta a dietas sin lactosa.

3. Mejorar la absorción de hierro: Las espinacas contienen oxalatos, que pueden inhibir la absorción de calcio y hierro. Para maximizar la absorción de hierro, se recomienda combinar el puré con alimentos ricos en vitamina C, como un aderezo de limón o pimientos rojos, los cuales ayudan a que el organismo aproveche mejor el hierro presente.

4. Consejos de almacenamiento y recalentado: Al ser una preparación cremosa, es esencial conservar el puré en un recipiente hermético en el refrigerador, donde se mantendrá fresco hasta por tres días. Para recalentar, es ideal usar una estufa a baja temperatura para mantener su textura. El uso del microondas puede hacer que la grasa se separe, alterando la consistencia.

5. Sugerencias para un plato balanceado: Este puré es el complemento perfecto para proteínas magras como pollo o pescado, formando un plato equilibrado y lleno de nutrientes. Para una opción vegetariana, se puede acompañar con verduras asadas o una ensalada de legumbres, ofreciendo una fuente adicional de fibra y proteínas.

El puré cremoso de espinacas es una guarnición que aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales esenciales, convirtiéndose en una opción ideal para aquellos que desean mejorar su salud ósea, fortalecer su sistema inmunológico y disfrutar de una comida deliciosa y sofisticada.

 

Ingredientes de la receta
Espinacas frescas: 500 g (1.1 lb)
Nata para cocinar: 100 ml (3.4 fl oz / ⅓ cup)
Mantequilla: 30 g (1 oz / 2 tbsp)
Ajo: 1 diente, finamente picado
Nuez moscada: una pizca (aprox. 0.2 g / ⅛ tsp)
Sal: 1 g (¼ tsp)
Pimienta negra: 0.5 g (⅛ tsp)
La cantidad producida por la receta.
La receta alcanza para 4 porciones.

 

Preparación
10 minutos
Cocinar / Hornear
10 minutos
Tiempo total
20 minutos
Instrucciones de preparación
  1. Preparar las espinacas: Lave bien las espinacas y retire los tallos más gruesos para obtener una textura más suave. En una olla grande, hierva agua y blanquee las espinacas sumergiéndolas durante 2 minutos hasta que estén tiernas. Escúrralas y páselas inmediatamente a un baño de agua con hielo para conservar el color verde intenso. Escúrralas bien.
  2. Saltear el ajo: En una sartén grande, derrita la mantequilla a fuego medio-bajo. Agregue el ajo finamente picado y saltéelo durante 1 minuto hasta que esté fragante, evitando que se dore para no obtener un sabor amargo.
  3. Agregar las espinacas: Añada las espinacas bien escurridas a la sartén con el ajo y la mantequilla. Saltee durante 2 minutos a fuego medio para que se mezclen bien los sabores.
  4. Licuar el puré: Retire la mezcla de espinacas del fuego y transfiérala a una licuadora o procesador de alimentos. Agregue la nata y procese hasta obtener una textura suave y cremosa. Para un puré aún más fino, puede pasarlo por un colador.
  5. Sazonar el puré: Vuelva a poner el puré en la sartén y sazone con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada. Caliéntelo a fuego bajo mientras revuelve para que los sabores se integren. Ajuste la sazón al gusto si es necesario.
  6. Servir: Sirva el puré caliente en un cuenco o como guarnición en el plato. Para darle un toque final, puede decorarlo con un poco de pimienta negra recién molida o unas gotas de aceite de oliva virgen extra.

 

Impacto Nutricional y Beneficios para la Salud del Puré Cremoso de Espinacas

El puré cremoso de espinacas no solo es una deliciosa guarnición, sino también una fuente rica en nutrientes, vitaminas y minerales esenciales que benefician múltiples funciones del organismo. Las espinacas, ingrediente principal de este puré, son reconocidas por su alto contenido de vitamina A, vitamina K, vitamina C, ácido fólico y hierro, nutrientes que refuerzan el sistema inmunológico, promueven la salud ósea, mejoran la piel y apoyan el sistema circulatorio. Junto con los aportes de grasa saludable de la nata y la mantequilla, este puré se convierte en un plato equilibrado que ofrece numerosos beneficios para la salud.

Espinacas – Un Verdadero Tesoro de Vitaminas y Minerales

Las espinacas son uno de los vegetales más densos en nutrientes y destacan por su contenido de vitamina A, K, C, ácido fólico y minerales esenciales, como el hierro y el magnesio. Estos nutrientes tienen un impacto directo y positivo en la salud general del organismo, desde la protección celular hasta el fortalecimiento del sistema inmune.

  • Vitamina A: Rica en betacaroteno, la espinaca ofrece un poderoso antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A. Este nutriente es esencial para mantener una visión saludable, especialmente en condiciones de poca luz. La vitamina A también apoya la respuesta inmunológica y favorece la salud de la piel, protegiéndola de los efectos dañinos de los radicales libres.
  • Vitamina K: Contribuye significativamente a la salud ósea y la coagulación sanguínea. La vitamina K ayuda a que el calcio se fije en los huesos, manteniendo su densidad y reduciendo el riesgo de osteoporosis y fracturas. Además, esta vitamina es fundamental para el buen funcionamiento del sistema circulatorio, previniendo hemorragias y apoyando la salud cardiovascular.
  • Vitamina C: Las espinacas contienen este importante antioxidante que refuerza el sistema inmunológico y es clave en la producción de colágeno, un componente esencial para la piel, los huesos y las articulaciones. La vitamina C también mejora la absorción del hierro en el organismo, algo especialmente beneficioso cuando se consume hierro de fuentes vegetales, como el presente en las espinacas.
  • Ácido Fólico (Vitamina B9): Esencial para la síntesis de ADN y el desarrollo celular, el ácido fólico es un nutriente particularmente importante para las mujeres en edad fértil, ya que ayuda a prevenir defectos congénitos durante el embarazo. Además, este nutriente contribuye a la función cognitiva y a la salud mental, reduciendo el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.
  • Hierro: Aunque es de origen vegetal, el hierro de las espinacas es fundamental para la producción de hemoglobina y el transporte de oxígeno en la sangre. La presencia de vitamina C en las espinacas ayuda a que este hierro sea mejor absorbido por el organismo, lo cual es especialmente útil para prevenir la anemia y mejorar los niveles de energía en general.
  • Magnesio: Este mineral apoya la función muscular y nerviosa, ayudando en la producción de energía y en la regulación de la presión arterial. Además, el magnesio es un importante regulador del sistema cardiovascular, contribuyendo a la salud del corazón y a prevenir enfermedades como la hipertensión.

Nata y Mantequilla – Aportes de Grasas Saludables y Vitaminas Esenciales

La nata y la mantequilla añaden a este puré una dosis de grasas saludables, que son necesarias en cantidades moderadas para el organismo.

  • Grasas Saludables: Las grasas saturadas presentes en la nata y la mantequilla, en dosis controladas, son fundamentales para la producción hormonal y la protección de los órganos. Además, estas grasas mejoran la absorción de vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K que se encuentran en las espinacas, maximizando su biodisponibilidad.
  • Calcio: Los productos lácteos aportan calcio, un mineral esencial para la salud de los huesos y dientes. Este mineral contribuye a mantener la densidad ósea y a reducir el riesgo de fracturas y osteoporosis, especialmente en adultos mayores.
  • Vitamina D: Frecuente en productos lácteos enriquecidos, la vitamina D facilita la absorción de calcio y juega un papel crucial en la regulación inmunológica y en el bienestar mental. En combinación con la vitamina K, ayuda a construir una estructura ósea sólida y saludable.

Ajo – Apoyo Natural al Sistema Inmunológico

El ajo, un ingrediente aromático en este puré, ofrece también múltiples beneficios para la salud gracias a la alicina, su compuesto activo.

  • Propiedades Antiinflamatorias y Antioxidantes: La alicina del ajo reduce la inflamación y combate los radicales libres, protegiendo las células del daño oxidativo. Estos antioxidantes contribuyen a la salud cardiovascular, ayudando a regular la presión arterial y los niveles de colesterol.
  • Refuerzo del Sistema Inmunológico: El ajo es conocido por sus propiedades inmunoestimulantes, que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades, especialmente en temporadas de frío.

Frecuencia Recomendada en el Menú

Gracias a su perfil nutritivo, el puré cremoso de espinacas es una guarnición que se puede incluir en el menú dos o tres veces por semana. Su alto contenido de vitamina K y calcio lo convierte en una excelente opción para el fortalecimiento de los huesos y el sistema inmunológico. La combinación de espinacas, nata y mantequilla proporciona un equilibrio entre sabor y nutrición, aportando grasas saludables sin exceso de calorías.

Para aquellos que desean reducir la ingesta de grasas saturadas, es recomendable alternar este puré con guarniciones más ligeras. Sin embargo, su consumo regular puede contribuir a mejorar la salud ósea, la circulación y brindar un soporte antioxidante, promoviendo así una salud óptima a largo plazo.

Consejos Generales sobre el Receta

1. Utilizar Ingredientes Frescos para una Mayor Nutrición
El uso de espinacas frescas es fundamental para maximizar el contenido de nutrientes. Además, el ajo y la nuez moscada frescos potencian los beneficios antioxidantes y el sabor del puré.

2. Alternativas para Intolerancias y Alergias
Para aquellos con intolerancia a la lactosa o alergia a los lácteos, la nata y la mantequilla pueden sustituirse por nata de coco o aceite de oliva. Estas alternativas mantienen la textura cremosa y adaptan el puré a una dieta sin lácteos.

3. Optimizar la Absorción de Hierro
Las espinacas contienen oxalatos que pueden dificultar la absorción de ciertos minerales como el hierro. Para maximizar su absorción, se puede combinar el puré con alimentos ricos en vitamina C, como pimientos rojos o un chorrito de limón, lo que facilita la asimilación del hierro por el organismo.

4. Almacenamiento y Recalentado
Es ideal almacenar el puré en un recipiente hermético en el refrigerador, donde se mantiene fresco hasta por tres días. Al recalentarlo, es recomendable hacerlo a fuego bajo en la estufa para mantener la textura cremosa; el microondas puede hacer que la grasa se separe, alterando su consistencia.

5. Sugerencias para una Comida Equilibrada
El puré de espinacas es una excelente guarnición para proteínas magras como pollo a la parrilla o pescado, creando un plato balanceado y nutritivo. Para opciones vegetarianas, se puede acompañar con verduras asadas o una ensalada de legumbres, agregando fibra y proteínas vegetales.

El puré cremoso de espinacas es una guarnición ideal para quienes desean disfrutar de un plato sabroso y lleno de beneficios.

Tamaño de la porción
Valores Nutricionales (por porción)
Calorias (kcal)
95
Carbohidrato (g)
3.5
Colesterol (mg)
25
Fibra (g)
2
Proteínas (g)
3.2
Sodio (mg)
190
Azúcar (g)
1.2
Grasa (g)
7.8
Grasa saturada (g)
4.9
Grasa insaturada (g)
2.9
Grasas trans (g)
0
Alérgenos
  • Productos lácteos: Este puré contiene nata y mantequilla, lo que puede causar reacciones alérgicas en personas intolerantes a la lactosa o con alergia a las proteínas de la leche.

Consejos para Sustituir Ingredientes y Evitar Alérgenos

  • Sustitución para intolerantes a la lactosa: Para quienes no toleran los lácteos, se puede reemplazar la mantequilla por una alternativa vegetal o aceite de oliva, y la nata por nata de coco o de soja. Estas alternativas mantendrán la textura cremosa sin comprometer el sabor y adaptarán el puré a una dieta sin lácteos.
  • Sensibilidad a la nuez moscada: La nuez moscada puede ser omitida en caso de sensibilidad a las especias, ya que su ausencia no afectará drásticamente el sabor del puré.

Este puré cremoso de espinacas es una guarnición rica en nutrientes, fácil de adaptar a diversas necesidades dietéticas, y añade una textura suave y un sabor delicioso a cualquier plato.

 

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