Rinde unas 20 galletas de pan de jengibre con canela, listas en 20 minutos de preparación, 12 minutos de horneado y 32 minutos en total. La mezcla de miel, azúcar moreno, mantequilla y especias crea un interior suave con bordes dorados. Se conservan 2 días a temperatura ambiente, hasta 2 meses en congelador y se recalientan a 150 °C durante 8–10 minutos. Ideales para ocasiones festivas, decoradas con azúcar glas o acompañadas de café o té.

Delicia de pan de jengibre con canela y miel
Tradición aromática con un toque contemporáneo
Suaves y fragantes, las galletas de pan de jengibre con canela y miel combinan la calidez de las especias con la dulzura natural de la miel, creando una textura tierna en el interior y ligeramente crujiente en los bordes. Al hornearlas, desprenden un aroma envolvente que llena la cocina de una sensación acogedora, perfecta para ocasiones festivas o simplemente para disfrutar de un momento dulce durante el día. Estas galletas son tan versátiles que pueden servirse solas, decoradas o como base para postres más elaborados.
Origen e historia del pan de jengibre
El pan de jengibre tiene raíces que se remontan a la Europa medieval, donde la miel era uno de los endulzantes más valorados y las especias como la canela, el jengibre y el clavo representaban lujo y celebración. En Alemania surgieron los famosos Lebkuchen, en Escandinavia los pepparkakor, y en Francia el pain d’épices. En España, aunque con menos tradición, se ha incorporado como una opción festiva importada que encarna la unión entre lo artesanal y lo hogareño. Con el paso del tiempo, la receta se ha mantenido como un símbolo de hospitalidad y alegría compartida.
Por qué estas galletas destacan
- Aroma intenso a canela y miel que se percibe desde el primer instante
- Textura tierna en el centro con bordes ligeramente dorados
- Sabor natural de la miel, profundo y equilibrado
- Versatilidad para disfrutarlas solas, decoradas o con otros postres
- Asociación festiva que evoca recuerdos de celebraciones y tradición
Ingredientes clave y su aporte
- Canela: aporta calidez y un aroma característico que define estas galletas.
- Miel: endulza de manera natural, conserva la humedad y prolonga la frescura.
- Harina: otorga estructura y permite cortar formas sin que pierdan consistencia.
- Mantequilla: añade riqueza, suavidad y una textura cremosa.
- Huevo: une los ingredientes y asegura firmeza.
- Especias adicionales como el jengibre y el clavo intensifican el perfil aromático.
- Levadura o bicarbonato: proporcionan ligereza y un horneado uniforme.
Variantes creativas
- Bañadas en chocolate negro para un contraste elegante
- Con ralladura de naranja para un frescor cítrico
- Rebozadas en azúcar glas antes de hornear para un efecto nevado
- Rellenas como sándwich con mermelada o crema especiada
- Decoradas con almendras o avellanas para mayor textura y sabor
Conservación y preparación anticipada
- A temperatura ambiente: hasta 2 días en un recipiente hermético
- Congeladas: hasta 2 meses, separadas por papel de horno para preservar la forma
- Recalentadas: en el horno a 150 °C durante 8–10 minutos para recuperar aroma y textura
Conexión culinaria y momento de disfrute
Estas galletas de pan de jengibre con canela y miel son ideales para regalar en cajas decorativas, compartir en reuniones familiares o acompañar con vino caliente, té o café. Representan el equilibrio entre tradición y creatividad, uniendo el legado de la repostería europea con un toque contemporáneo que las convierte en un clásico atemporal en cualquier mesa festiva.
- En un bol mediano, mezclar la harina, la levadura química, el bicarbonato, la sal, la canela, el jengibre y los clavos de olor. Remover bien para integrar las especias.
- En un bol grande, batir la mantequilla blanda con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla cremosa y ligera. Añadir el huevo, la miel y el extracto de vainilla, y mezclar hasta conseguir una masa homogénea.
- Incorporar poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda hasta formar una masa suave. Si queda pegajosa, enfriar en el frigorífico durante 30 minutos.
- Extender la masa sobre una superficie ligeramente enharinada a un grosor de unos 5 mm (¼ inch). Cortar con moldes de galletas al gusto.
- Colocar las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando espacio entre ellas.
- Hornear en un horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante 10–12 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
- Dejar enfriar sobre una rejilla y espolvorear con azúcar glas (para decoración).
FAQ question¿Cómo mantengo suaves las galletas de pan de jengibre con canela?
Extiende la masa a 5 mm de grosor, hornea a 180 °C durante 10–12 minutos y retira cuando los bordes estén ligeramente dorados. La miel es higroscópica, ayuda a retener la humedad y mantiene la miga tierna. Deja enfriar sobre rejilla y guarda en un recipiente hermético. Si se endurecen, añade una rebanada de pan o manzana al recipiente para una recuperación de humedad durante la noche.
FAQ question¿Puedo sustituir la miel por otro endulzante?
Sí, pero cambiarán sabor y textura. El siropé de arce conserva el ternor, con aroma menos floral; la melaza oscura aporta color profundo y una masticabilidad marcada. En sustitución 1:1, ajusta la masa: si queda suelta, añade 10–20 g de harina; si queda firme, incorpora 5–10 ml de leche. Evita usar azúcar blanco solo; combínalo con un endulzante húmedo para mantener un centro tierno.
FAQ question¿Qué harina funciona mejor para galletas suaves?
Usa harina de trigo de todo uso para un equilibrio entre estructura y ternura. Harinas con más proteína pueden volverlas duras; harinas muy débiles favorecen el extendido. Tamiza la harina con las especias y los leudantes para distribuir de forma uniforme la canela y el bicarbonato/levadura, lo que favorece una miga delicada.
FAQ question¿Cuánta canela es la cantidad adecuada?
Para unos 400 g de harina, parte de 10 g de canela, 5 g de jengibre y 2 g de clavo. Mantendrás un perfil canela-primero con calidez equilibrada. Prioriza especias frescas: los aceites volátiles se disipan con el tiempo y apagan el aroma. Para frescor, añade ralladura de naranja; para mayor profundidad, una pizca de nuez moscada.
FAQ question¿Por qué la masa se agrieta o se expande en el horno?
Las grietas suelen indicar masa seca o cocción excesiva; amasa 5–10 ml de leche y recorta un poco el tiempo. El expandido proviene de masa caliente, harina insuficiente o mantequilla sobrecremada. Soluciones: refrigera 30–45 minutos, estira a 5 mm, usa papel de horno (no bandejas engrasadas) y pasa las formas a bandejas frías. Revisa tu horno: los puntos calientes agravan el problema.
FAQ question¿Se pueden hacer sin gluten o sin huevo?
Sin gluten: mezcla 1:1 con xantana/guar, y enfría más tiempo para mejorar la manejabilidad. Espera menos “crujido”, pero buen ternor gracias a la miel. Sin huevo: emplea huevo de lino (1 cda lino molido + 3 cdas agua) o compota de manzana sin azúcar (2–3 cdas) como aglutinante. Mantén una cocción breve para preservar un centro suave.
FAQ question¿Cómo conservar, congelar y recalentar correctamente?
Guarda en recipiente hermético a temperatura ambiente 2 días. Congela ya horneadas hasta 2 meses, en capas separadas con papel de horno para proteger la decoración. Para renovar textura y aroma, recalienta a 150 °C durante 8–10 minutos. Las galletas sin decorar congelan mejor; añade azúcar glas o glaseado real tras la descongelación para un acabado limpio.
PEKIS – chef profesional y desarrollador de recetas con más de 25 años de experiencia en cocina y repostería, especializado en gastronomía europea e internacional. Con las galletas de pan de jengibre con canela, he trabajado durante años ajustando la proporción de miel, especias y harina para lograr una textura suave y un sabor equilibrado. Me gusta que la canela tenga protagonismo sin opacar el resto de aromas, de manera que cada bocado evoque tanto tradición como un toque creativo y personal.
Suaves y fragantes, las galletas de pan de jengibre con canela y miel reúnen todo el encanto de la repostería tradicional con un toque cálido y especiado. El aroma intenso de la canela y la dulzura natural del miel crean un equilibrio que convierte cada bocado en una experiencia reconfortante y festiva.
La combinación de harina, mantequilla, azúcar y especias aporta una textura tierna en el interior con bordes dorados y delicadamente crujientes. Durante el horneado, el perfume que se libera llena la cocina de una sensación acogedora que remite a momentos compartidos y celebraciones familiares.
Gracias a su versatilidad, estas galletas pueden servirse solas, con un toque de azúcar glas, bañadas en chocolate o como parte de un surtido festivo. Su capacidad de conservarse bien y de prepararse con antelación las hace ideales tanto para regalos como para acompañar un café o té.
Lo que distingue a este pan de jengibre es su manera de unir tradición, creatividad y placer, transmitiendo el espíritu de las celebraciones en cada hornada y manteniéndose como un clásico atemporal generación tras generación.
Alérgenos presentes en la receta:
- Gluten (harina)
- Huevo
- Lácteos (mantequilla)
Consejos para sustituir alérgenos:
- Sustituir la harina de trigo por una mezcla sin gluten para obtener galletas aptas para celíacos.
- Sustituir la mantequilla por margarina vegetal para evitar alérgenos lácteos.
- Sustituir el huevo por una mezcla de linaza (1 cucharada de linaza molida + 3 cucharadas de agua) o por puré de manzana sin azúcar.
- Vitamina B2 (0,04 mg) – apoya el metabolismo energético
- Vitamina B6 (0,05 mg) – esencial para el sistema nervioso
- Vitamina E (0,2 mg) – contribuye a la protección celular
- Calcio (12 mg) – fortalece huesos y dientes
- Hierro (1 mg) – necesario para el transporte de oxígeno en la sangre
- Magnesio (8 mg) – ayuda al buen funcionamiento muscular
- Potasio (85 mg) – regula el equilibrio de líquidos
- Fósforo (22 mg) – favorece la salud ósea y dental
- Polifenoles de la miel (15 mg) – ayudan a reducir el estrés oxidativo
- Cinamaldehído de la canela (8 mg) – con propiedades antiinflamatorias
- Gingerol del jengibre (5 mg) – favorece la digestión y la inmunidad
- Flavonoides de los clavos (6 mg) – mejoran la circulación y protegen las células